Nada se salió del guion previsto. Los miembros del Movimiento Hacia Un Estado Laico (MHUEL) no pudieron acceder a la Seo sin el abono de los cuatro euros que cuesta la entrada. Su presidente, Jorge García, admitió que la batalla emprendida por el Ayuntamiento de Zaragoza para conseguir la nulidad de las inmatriculaciones de este templo, la iglesia de La Magdalena, San Juan de los Panetes y Santiago el Mayor va a ser «dura y díficil jurídicamente».

MHUEl organizó una concentración frente a la Seo para gritar bien alto y micrófono en mano «que no pagamos donativos». En la lectura de su manifiesto acusaron al Arzobispado de Zaragoza de «cobrar en B» la entrada -o «donativo»- a la catedral y de inmatricularla de forma «ilegal».

A su juicio, estaba prohibido hacerlo en 1988, cuando formalizó el registro, ya que hasta la ley del 98 no se incluía explícitamente esta posibilidad. Sin embargo, el Arzobispado asegura que sí tenían potestad de registrar el bien. Según informaron, el reglamento vigente por aquel entonces «excluía» la necesidad de inmatricular bienes de culto porque se presumía que pertenecían a la Iglesia, pero no significaba que estaba prohibido, explicaron.

Tras la lectura del «bando», un centenar de personas, ordenadas en fila y con un tiquet elaborado por MHUEL en el que ponía «coste 0 euros», trataron de acceder a la Seo. García solicitó en taquillas hacerlo sin abonar la entrada. No se lo permitieron y tampoco respondieron a su reclamación de una factura desglosada que incluyera el IVA. Así, que sin más dilaciones, se dieron la vuelta al grito de La Seo es del pueblo aragonés y Con una ley franquista, la Iglesia nos lo quita. El presidente de MHUEL trató de inyectar ánimo a todos los que asistieron a la concentración pidiendo «unidad» en lo que, admitió, va a ser una «batalla dura, compleja y difícil jurídicamente».

Según García, la Seo recibe dinero estatal para su mantenimiento y, sin embargo, sigue cobrando un «donativo». «Ha recibido 15 millones y además cobra por entrar. Si el dinero del Estado se destina a su restauración no tendría que cobrar».