Hugo cumplirá 3 años en septiembre, cuando comenzará su escolarización. Vive con sus padres en el zaragozano barrio de Valdespartera, pero no podrá ir a un colegio de allí. Ni siquiera de esa misma zona. Porque Hugo padece un trastorno del espectro autista y necesita un aula específica (TEA) pero en el sur de la capital aragonesa apenas hay oferta. Solo el Zaragoza Sur, en Rosales del Canal, dispone de este servicio aunque las plazas disponibles ya están ocupadas, así que Hugo deberá desplazarse cada día durante unos 40 minutos al colegio Escuelas Pías para acudir a clase. «Se podría decir que es la solución menos mala porque podía habernos tocado un colegio a una hora de casa», dice su padre, Eduardo Brito.

La pasada semana, el Servicio Provincial de Educación le asignó la plaza escolar. Hasta entonces, la familia asegura haber vivido unos días delicados, marcados por la incertidumbre y la congoja. «Para el próximo curso existen 28 centros que disponen de este tipo de aula. En nuestro caso vivimos en Valdespartera y nos hemos encontrado con que únicamente existían dos plazas en toda la zona 8. El resto de colegios no tienen huecos disponibles en el aula TEA ya que acogen un máximo de 7 alumnos hasta los 12 años, así que cuando se llenan permanecen así durante varios años. No ha habido suerte y nos hemos quedado fuera de este colegio porque había hasta 3 niños con más puntuación que nosotros», lamenta.

Tranvía

Así que Hugo queda ahora abocado al tranvía. «El trayecto, al menos, es el más fácil de los que estaban fuera de nuestra zona ya que con otras opciones tendríamos que haber cogido también el autobús, pero nosotros queríamos que, tarde o temprano, Hugo pudiera ser capaz de ir por su cuenta al colegio, y eso habría sido mejor en el barrio o cerca de casa», dice su padre.

Hugo sufre un retraso de 14 meses, según la evaluación médica a la que fue sometido recientemente. Desde su primer año de vida ha acudido a la guardería en su barrio pero todo cambiará a partir de septiembre. Además, tendrá que desplazarse dos días a la semana hasta Delicias para seguir acudiendo al servicio de Atención Temprana. «Tendremos que buscar la manera de compaginarlo. Es un problema añadido, ya que va miércoles y viernes una hora a mitad de mañana y por eso tendría que entrar y salir del colegio continuamente. A ver cómo lo hacemos».

Más problemas

Además, él trabaja con turno partido y su mujer tampoco dispone de coche, lo que le aboca a recurrir al transporte público y añade un poco más de complejidad a la situación. Por todo ello, Eduardo reclama la apertura de una mayor cantidad de aulas TEA, «sobre todo en Valdespartera». Este año se abrieron algunas, pero en barrios alejados como Las Fuentes o Actur. «Educación ha cambiado la normativa y obliga a reservar plazas durante todo el curso para alumnos con necesidades especiales, pero nuestro hijo necesita un aula TEA específica porque disponen de más recursos, como logopeda y otras opciones de ayuda en el día a día», subrayan sus padres. Y eso que la familia admite que la atención a estos niños en Aragón «está mejor planificada que en otras comunidades del país» aunque advierte que «todavía queda mucho por hacer», sobre todo «la habilitación de más aulas TEA para que estén más repartidas y haya más posibilidades de escolarización. Nosotros, por ejemplo, nos hemos tenido que ir de nuestra zona», reitera.

De hecho, Eduardo tiene previsto llevar su reivindicación hasta el Justicia de Aragón «como mediador entre la ciudadanía y la Administración» ya que «nos sentimos olvidados y agobiados ya que no sabíamos dónde íbamos a acabar y en nuestro barrio y nuestra zona no hay oferta suficiente para nuestro hijo. Hemos vivido este proceso con muchos nervios y con la sensación de que no todos tienen las mismas oportunidades para elegir el colegio más adecuado para su hijo».

«Cada año van ampliando los colegios en Valdespartera, pero lamentablemente ninguno de ellos dispone de un aula TEA. ¿Por qué teniendo ya tres colegios construidos y otros dos en proceso no se nos tiene en cuenta?», cuestiona Eduardo.

Desde Educación, por su parte, se asegura que el Servicio Provincial «ha estudiado su caso para encontrar la mejor solución posible».