El padre de José Luis es dependiente y, como muchos aragoneses, no ha recibido "ni un solo euro" desde que en el 2012 se le reconociera la prestación. "Tiene un grado 3 de dependencia. Él se trasladó desde La Rioja a Aragón y, tras todo el proceso administrativo, el cual estaba todo en regla, no ha llegado nada de ingresos económicos", explica.

José Luis también acudió a los juzgados. "Es inmoral e insultante la carta que se mandó. Contratando ese servicio privado, sin saber cuantías ni horas ni nada, ¿quién nos garantiza que nos devuelvan ese gasto cuando en casi cuatro años no nos ha llegado nada?", se preguntó.