Miles de personas --entre 3.000 y 4.000 según algunas fuentes-- participaron ayer en la manifestación que recorrió el centro de Zaragoza y que, organizada a nivel estatal por Marea Blanca, protestó contra los recortes en sanidad.

La capital aragonesa, junto a otras 18 ciudades españolas, denunció el "deterioro" de la sanidad pública aragonesa que Marea Blanca ejemplificó en la "centralización y desmantelamiento" de laboratorios, "aumento desmesurado" de las listas de espera, "privatización" o "recortes" en "numerosos" servicios.

Así, una de las portavoces, Ana Esteve, leyó un manifiesto en el que advirtió de que "la estrategia de centralizar los laboratorios clínicos no es más que otra maniobra para vender la empresa pública, que es nuestra, a la privada, con el detrimento de la calidad asistencial y el riesgo para la salud que supone". Asimismo, Marea Blanca criticó "el desmantelamiento del Centro de Especialidades Grande Covián, que atiende a 250.000 ciudadanos, una tercera parte de la población zaragozana", que ahora se tiene que desplazar al hospital Royo Villanova y al Provincial, lamentó la construcción del nuevo centro de Alcañiz "con parte de dinero privado y la gestión" y apuntó que "la Administración de dicho hospital seguimos sin saber cómo será".

Por su parte, Asun Quílez, otra de las portavoces del colectivo, mostró su "temor" ante probables "despidos" porque "no nos fiamos del siguiente paso que vaya a dar la consejería porque las reestructuraciones y centralizaciones también supondrán despidos" aunque advirtió de que "seguiremos peleando sin parar".

En la manifestación, en la que también participaron representes de PSOE, CHA o IU, se criticó con dureza al secretario general del PP, Octavio López, que, en una entrevista concedida a EL PERIÓDICO, reconoció ser partidario de importar a Aragón el modelo sanitario de Madrid. "Estas palabras nos dan mucho miedo", admitieron desde Marea Blanca.

Asimismo, el colectivo expuso la "rabia" existente entre los trabajadores y el "sufrimiento" de los usuarios "más vulnerables, como los pensionistas o pacientes oncológicos, afectados por el repago o la gran demora en atención sanitaria".