Miles de personas se hacían hueco como podían en la plaza del Torico de Teruel para para poder presenciar uno de los momentos más emotivos y románticos de las Bodas. Nadie quería perderse el espectáculo de ver a Diego de Marcilla acercarse lentamente a caballo para alcanzar el balcón donde se encontraba su amada, Isabel de Segura, con la esperanza de conquistarle. El final todos lo sabían: ella rechaza el beso que le pide el caballero, que muere de amor.

Las Bodas de Teruel, que este año celebran su vigésimosegunda edición, siguen siendo un atractivo turístico de primer nivel. Miles de personas llenan las calles durante todo el fin de semana para disfrutar del ambiente, las actividades, la historia y la fiesta. Ayer, pese a las previsiones del tiempo, la afluencia fue masiva, aunque ligeramente menor que en jornadas anteriores.

Recorrer la capital turolense permitía trasladarse a la época medieval, de manera que se podía pasear entre caballeros armados, a la vez que se escuchaba a lo lejos uno de los poemas que recitaban las beguinas, o se degustaba alguno de los manjares que ofrecen los puestos de comida que se instalan en plena calle, repletas del gentío y en las que se mezclaban personajes con atuendos de todos tipo, siempre medievales.

VISITANTES

En la jornada de ayer se pudo disfrutar de representaciones teatrales que fueron desde luchas, brujas y desfiles, hasta ritos funerarios que pusieron el broche final al día. Aunque solo para algunos, ya que otros disfrutaron de la festividad hasta altas horas de la noche.

Entre tantos personajes, con los visitantes, la población aumenta considerablemente y, quizá sea por eso por lo que cada vez son más los vecinos de Teruel los que aprovechan este fin de semana para hacer una escapada lejos de la localidad.

El momento más esperado se produjo en torno a las 20.00 horas, cuando Diego llegó hasta el portal de Daroca montado en su caballo, algo que no había hecho hasta ahora, ya que siempre acababa su recorrido a pie. Pero ayer dio la sorpresa, lo que generó una gran expectación y despertó los primeros aplausos. En los balcones de la casa modernista Tejidos el Torico le esperaba Isabel de Segura, que acababa de casarse.

Tras cinco años de ausencia en busca de su amada, don Diego, esperanzado pese a su enlace, le solicitó un beso. Pero la historia ya estaba escrita y no hubo sorpresas. Tras el rechazo de Isabel de Segura, Don Diego falleció de pena y de amor.

Este año, los actores que representan a los dos personajes más importantes de esta historia de amor eran más jóvenes de lo habitual, ya que rondaban los 20 años.

Otro de los momentos que más interés despertó fue el Torneo Medieval que se celebró en la plaza de Toros, que acaparó gran parte de la atención de visitantes. Igual que la posterior suelta de un Toro Nupcial.

A lo largo de la jornada acudieron diferentes representantes del Gobierno autonómico.