El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, ha emplazado el próximo martes, 14, al colectivo de los examinadores de tráfico, en huelga desde junio, para resolver «de una vez por todas» el conflicto, si bien ha negado que exista un «caos absoluto» en las pruebas para obtener el carnet de conducir.

«Hemos trabajado, trabajamos y seguiremos trabajando para resolver la situación», respondió Zoido a la pregunta del diputado socialista Pablo Bellido, que mostró su preocupación por la deriva de la huelga de los examinadores, que reclaman una subida de 250 euros del complemento específico en su nómina.

Bellido reiteró que mientras se están arruinando más de 9.000 autoescuelas y 120.000 aspirantes no pueden obtener el carné que necesitan para trabajar, la Administración está perdiendo también porque ha dejado de ingresar 15 millones de euros en tasas, una cifra notablemente superior a los 2,2 millones, coste total del incremento salarial que demandan los examinadores, expuso el socialista.

Zoido reconoció que la situación con estos funcionario de la DGT es «complicada y compleja», si bien dejó claro que el compromiso con el acuerdo firmado en 2015 está cumplido en «gran parte» pues en él figuraba que las pruebas se consideraran un servicio público, que la carga de los exámenes disminuyera o que la productividad de estos trabajadores se viera recompensada.

Precisamente, el mismo día en que se celebrará la reunión, se producirán concentraciones simultáneas de los funcionarios en 14 provincias. Esta protesta se efectuará en las jefaturas de Tráfico de provincias como Barcelona Zaragoza, Valencia, Vizcaya y Málaga, mientras que en Madrid será en el centro de exámenes de la DGT de Móstoles.

Los paros que se mantienen desde junio han afectado la actividad de las Jefaturas de Tráfico con la suspensión de, al menos, más de 166.000 pruebas prácticas de conducir, así como al sector de las autoescuelas, que alega pérdidas millonarias que están ocasionando el cierre de centros de formación. Solo en la provincia de Zaragoza, según los últimos datos obtenidos, más de 3.600 personas han tenido que posponer sus exámenes para la obtención de la licencia.

La aparente falta de resultados de la huelga había empezado a empujar a algunos examinadores a volver al trabajo, ya que la falta de actividad prolongada les dejaba sin ingresos, pero parece que por fin podría haber algún avance al respecto.