LOS BOMBEROS de Zaragoza tuvieron que acudir ayer a la antigua fundición Averly, en el paseo María Agustín de la capital aragonesa, alertados por el humo procedente de su interior. Pero la familia Hauke matizó que este procedía de la quema de "unos documentos contables confidenciales" que no están catalogados por la DGA. E. P.