El Monasterio de Piedra y la asociación Acción por el Mundo Salvaje (AMUS) alcanzaron ayer un acuerdo para colaborar en la protección del buitre negro, una de las aves más amenazadas de Europa, a través del estudio sobre el uso del espacio y los factores de mortalidad en la población adulta de esta especie.

Para la realización del mismo se escogió un ejemplar de buitre negro que habita en el Parque Nacional de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en Huelva. El objetivo del estudio es identificar y conocer en detalle cómo se organizan los buitres a nivel territorial y cuáles son las principales causas de mortalidad de la especie. A través de un emisor GPS-GSM que se colocará en un ejemplar de buitre negro, será posible realizar un seguimiento en detalle de su día a día y sus relaciones con el entorno y otras especies.

«Es una satisfacción poder contribuir a la protección del buitre negro, una de las aves más representativas de la fauna ibérica. Nuestro compromiso con la conservación de la fauna va en línea con nuestra apuesta por el turismo sostenible y por acercar la naturaleza al visitante» comentó el director general de Monasterio de Piedra, José Pont.