Tras diez horas de reunión, los representantes de las monitoras de comedor y la patronal abandonaron la sede del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA) sin acuerdo. Los sindicatos rechazaron la última propuesta de las empresas y tampoco se aceptó la del SAMA, por lo que la asamblea del colectivo que se celebrará el próximo lunes decidirá si la huelga, que ayer vivió su cuarto día, continúa.

Fuentes de la negociación aseguraron a este diario que las posturas se sitúan ahora "cercanas a las posiciones de partida". Así, la última oferta de la patronal habría consistido en un ligero incremento salarial el segundo y tercer año de duración de un convenio en el que no se establecía aumento el primer año. Pero el factor decisivo en el rechazo de la proposición fue la supresión de los tres días de libre disposición.

En este sentido, los sindicatos habían propuesto el pago de un complemento para las empleadas que trabajaran esos días, esgrimiendo que, de ese modo, la empresa se ahorraría el coste de la contratación de una persona para cubrir esa vacante.

Tampoco fue aceptada la última propuesta del SAMA, que se efectuó cuando las dos partes sellaron su desacuerdo y que podría haber mantenido el salario ofertado por la patronal pero con un día de libre disposición. Una vez rubricado el desencuentro, será la asamblea de trabajadoras la que decida el lunes la continuidad o no del paro.

MEJORÍA EN LOS COLEGIOS Ayer, los centros educativos vivieron una jornada algo menos caótica que los días precedentes debido al cumplimiento, en la mayor parte de los casos, de los servicios mínimos impuestos por el Tribunal Superior de Justicia, a pesar de que los propios sindicatos habían advertido, el pasado jueves, de que no garantizaban su cumplimiento al considerarlos "abusivos".

Incluso, UGT se había planteado la posibilidad de recurrir esos servicios mínimos, aunque todavía no ha decidido si, finalmente, lo llevará a cabo. CCOO, en cambio, ya ha confirmado que respetará lo impuesto por los tribunales.

Mientras, los comedores registraron ayer una mayor afluencia de usuarios después de que los centros trasladaran a las familias el cumplimiento de los servicios mínimos y, por consiguiente, una atención a los niños más adecuada.

De momento, ya hay padres que pretenden reclamar el importe correspondiente a los días que no han recibido el servicio adecuado y la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fapar) ha recomendado efectuar esas reclamaciones.

Fuentes del Departamento de Educación aseguraron que, de momento, la Administración no ha recibido denuncias de familias, aunque algún padre ya ha advertido de que acudirá a Fiscalía en caso de que "mis hijos sigan recibiendo un bocadillo, como ha sucedido durante dos días", expuso el padre de dos alumnos del Recarte y Ornat