Un montañero cántabro de 32 años, Ricardo Floranes Gómez, sufrió ayer una caída mortal cuando se hallaba en la zona de la Escupidera, un paraje a gran altitud y cubierto de nieve en la cima de Monte Perdido, dentro del parque nacional de Ordesa, en el término municipal de Fanlo.

El trágico accidente, que eleva a 15 el número de fallecidos en las montañas de Aragón desde que empezó el año, se produjo en torno a las 13.30 horas, según informaron ayer fuentes de la Comandancia de Huesca.

A esa hora se recibió un aviso en la central 062 de la Guardia Civil en el que se informaba de que una persona se había precipitado en la zona de la Escupidera. Inmediatamente se dirigió a ese lugar personal del Grupo de Rescate e Intervención en Montaña (Greim) de Boltaña, el helicóptero de la Unidad Aérea de Huesca y un médico de 061.

Tras localizar el punto exacto donde se hallaba el accidentado, el médico únicamente pudo certificar el fallecimiento del montañero, dado que tenía lesiones incompatibles con la vida. A continuación, se procedió al levantamiento del cadáver y a su traslado en la aeronave hasta la localidad de Boltaña, donde se le realizará la autopsia en el día de hoy. El atestado con los pormenores de la intervención y la identidad de la víctima fue puesto ayer mismo a disposición del Juzgado de Instrucción de Boltaña, que se encargará del asunto.

El fallecido, también conocido como Riki, es un varón de 32 años vecino de Potes (Cantabria) e iba acompañado de su novia y un amigo, que no sufrieron daños.

Se trata de un aficionado a la montaña con una gran experiencia y un amplio historial de ascensiones. Estaba licenciado en Historia y ejercía de profesor de esquí, escalada y barranquismo en el Centro de Estudios Deportivos de Cantabria desde septiembre del 2014. La noticia de su muerte causó una honda conmoción entre los aficionados a la montaña de su comunidad.