Después de haber abierto la puerta a todo tipo de especulaciones, con gran enfado entre los barones autonómicos del PP, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, puso ayer algo de claridad en su propuesta de «reestructurar» la deuda autonómica contraída con el Estado en los útlimos años, por más de 225.000 millones de euros. «No hay quitas posibles», dijo Montoro en la tribuna del Congreso de los Diputados, en respuesta a una interpelación sobre financiación autonómica formulada por el diputado de Compromis Enric Bataller. Frente a esta opción --que el ministro ha dejado correr en los últimos años y semanas--, Montoro habló ayer con claridad sobre la posibilidad de alagar los plazos de vencimiento de la deuda autonómica contraída con el Estado (en la actualidad es de 10 años) y de renegociar «las condiciones financieras», en alusión a posibles recortes en los ya muy bajos tipos de interés de estas emisiones.

La aclaración del ministro debe servir para pacificar el rechazo que ha suscitado entre algunos barones el PP, como el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, la posibilidad de condonar cantidades a las comunidades más endeudadas y que quedó descartada en la reunión que el lunes mantuvo Rajoy con los líderes territoriales. En lugar de eso, el ministro ha puesto sobre la mesa la posibilidad de renegociar los plazos de la deuda y los tipos de interés.

En su respuesta al diputado del grupo valenciano de Compromis, Montoro cifró en 28.481 millones de euros los ahorros en pago de intereses obtenidos por las comunidades acogidas a los mecanismos de financiación del Estado. Montoro defendió la oportunidad de negociar en estos momentos un nuevo modelo de financiación para las comunidades autónomas.