El rugido de sus motores inundó Montañana y transformó un domingo cualquiera en el domingo de Iker y Sergio. La Asociación de Vecinos Urdán celebró ayer la tercera Concentración de Clásicos. Ayer, los pequeños Iker y Sergio, que padecen enfermedades raras, fueron los protagonistas de la fiesta.

Según sus organizadores, a pesar del mal tiempo, la convocatoria fue un éxito: "Hemos tenido más gente y más vehículos", indicó Daniel Usón, presidente de la asociación.

La mañana comenzó con el paseo de los clásicos por los principales viales del barrio, como la calle Mayor o la avenida Montañana, y la línea de meta se pintó en los alrededores del polideportivo, donde durante unas horas estuvieron aparcados los coches para el deleite de los vecinos y de los amantes del motor.

"Se forma buen ambiente porque hacemos un almuerzo para los participantes y para quien quiera venir, que con solo un euro de donativo se puede sumar a la fiesta", explicó Usón. Entre todos recaudaron unos 500 euros para hacer más llevadero el día a día de las familias de Sergio e Iker.

Carmen, la madre de Sergio, no logra explicar con palabras su agradecimiento. "Que alguien piense en tu hijo, con lo difíciles que están las cosas, no hay forma de agradecerlo", afirma. Sergio padece distrofia muscular, una enfermedad degenerativa que no tiene cura, y que le obliga a continuas sesiones de fisioterapia y terapias respiratorias. Llevan más de un año esperando la respuesta del Gobierno de Aragón para conseguir un fármaco que retrasa los efectos de la patología. "Nos sentimos discriminados, porque en otras comunidades lo están recibiendo", denunció. La madre de Iker, Sandra, se siente especialmente feliz ya que son sus propios vecinos, "gente que conoce tu día a día", quienes les ayudaron en esta jornada festiva.

Los motores legendarios y la solidaridad de los vecinos de Montañana apoyaron ayer a estas familias. Pero para mejorar su calidad de vida, ambas reclaman "más inversión en investigación".