La movilización de abundantes medios humanos y técnicos, con hasta cinco helicópteros sobrevolando la zona, consiguió ayer frenar el avance de las llamas en la sierra de la Virgen, donde por la mañana se inició un incendio favorecido por la temperatura más elevada de lo normal que se registra estos días.

En total ardieron tres hectáreas de pinar y matorral en una zona mntañosa próxima a la localidad de IIueca, desde donde se veía una aparatosa humareda que causó alarma entre los vecinos.

Al lugar del siniestro se desplazaron efectivos de la DGA y los bomberos de la Diputación de Zaragoza para trabajar en las labores de extinción del incendio forestal.

Los profesionales antiincendios de la DPZ desplazaron a la zona un camión todoterreno, otro camión nodriza y un vehículo de intervención rápida (VIR), aunque a primera hora se estaba a la espera de decidir si se movilizan más medios.

En el operativo también estaban trabajando al menos dos cuadrillas helitransportadas y dos autobombas del Gobierno de Aragón, la BRIF de Daroca y un hidroavión del ministerio.

A media tarde de ayer, el incendio fue dado por controlado, por lo que al caer la tarde los medios se retiraron y quedó en el área siniestrada un dispositivo de vigilancia compuesto por dos brigadas terrestres y otras dos helitransportadas.

Illueca era ayer un hervidero de rumores sobre la causa del incendio. Algunas personas atribuían las llamas a una chispa de una sierra eléctrica utilizada por una brigada que, al parecer, estaba realizando labores de corte y limpieza en la zona de pinar y monte bajo donde empezó el fuego.

Sin embargo, esta versión debe ser verificada por la investigación que se lleva a cabo cada vez que se registra un suceso de estas características.

Ayer, muchos vecinos mayores de Illueca y otros pueblos del Aranda se temieron lo peor. La sierra sufrio un devastador incendio en 1980 que destruyó la cubierta vegetal y arrasó las laderas de la sierra de la Virgen.

Por este motivo, no faltaban las personas que pensaban que la zona pudiera verse afectada por una tragedia similar de la que las montañas se han recuperado solo en parte por el crecimiento natural y las repoblaciones.

La sierra de la Virgen, que separa el Aranda de la comarca de Calatayud, constituye un auténtico pulmón verde dentro del Sistema Ibérico, en las estribaciones surorientales del Moncayo.

Se trata de un enclave de gran valor natural y muy frecuentado por los amantes de la naturaleza, así como por deportistas y aficionados a los rallies en vehículo de motor. Esta frecuentación también constituye un riesgo en potencia.