El pasado lunes, una joven polaca de 32 años, Agniezska S., fallecía tras más de tres meses en el hospital Miguel Servet de Zaragoza a causa de una agresión de su pareja. La joven fue ingresada en el centro sanitario a principios de noviembre del año pasado, en la Unidad de Cuidados Intensivos, pero finalmente no pudo salir adelante. Se convirtió así en la primera víctima de la violencia de género de este año en Aragón, si bien es fruto de una agresión del 2012.

El juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Zaragoza instruye la investigación por este caso, que desde el lunes ha pasado de lesiones a homicidio o asesinato. Fuentes policiales declinaron ofrecer datos sobre la identidad del agresor, pero fuentes cercanas al caso aclararon que fue arrestado en el momento de la agresión, y permanece en prisión desde entonces.

El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Aragón, donde le practicaron la autopsia. Al haber transcurrido tanto tiempo hospitalizada, es difícil establecer la relación directa entre las lesiones que provocaron su ingreso y la muerte, aunque sin duda la paliza fue un factor clave en el trágico desenlace. La joven ingresó aquejada de otros problemas de salud, fundamentalmente hipotermia.

Fuentes de varias asociaciones de ciudadanos polacos radicados en Aragón, consultadas por este diario, aseguraron desconocer el caso de Agniezska, y negaron tener ningún contacto con ella o con sus familiares.

La Policía ha dado por resueltos tres crímenes machistas cometidos el año pasado, aunque ninguno ha sido juzgado. El caso de la joven cuyo cadáver apareció en María de Huerva no será enjuiciado por el suicidio del principal sospechoso. En octubre detenía a Antonio Losilla, que confesó haber descuartizado a su esposa tras hallarla muerta. Y en enero arrestaba a Cristóbal M. M. y a sus tres hermanos por su relación con el asesinato y posterior cuarteo de Vanessa Barrado.

ESTABILIZADO Los últimos datos dados a conocer por el Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), correspondientes al primer semestre del 2012, indicaban que las denuncias por malos tratos se estabilizaron en Aragón, con 1.626 denuncias, cinco más que en el mismo periodo del 2011.

La estabilización preocupa a los expertos, aunque supuso un relativo respiro respecto al crecimiento del año anterior. Pero el mayor foco de atención está en los casos de atención de jóvenes, ya que aunque pocos porcentualmente (un 0,63% de las denuncias) suponen un indicio de que las campañas de concienciación en torno a la violencia de género no acaban de funcionar. "Esperábamos que el relevo generacional acabara con este problema", reconoció la directora del IAM, Pilar Argente, al presentar estos datos a finales de noviembre.