Una mujer, identificada como G.T.P. y que ya había cumplido tres cuartas partes de su condena en la cárcel de Zuera (Zaragoza), ha sido la rea elegida este año para recibir el indulto que la Cofradía de la Piedad y el Santo Sepulcro de la capital aragonesa solicita al Ministerio de Justicia.

El Hermano Mayor de la cofradía, José Manuel Etayo, ha comunicado hoy al Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, la concesión del indulto a esta mujer en un acto celebrado en Zaragoza.

Etayo ha explicado a los medios de comunicación que se trata de una mujer "madura" y que fue una de las tres propuestas por parte de la cofradía al Ministerio de Justicia para ser indultada, organismo que elevó la elección al Gobierno de España.

El Hermano Mayor ha detallado que los requisitos para elegir a estas personas, en colaboración con el Centro de Internamiento Social (CIS) Trece Rosas de Zaragoza, pasaban por que hubieran cumplido "prácticamente" las tres cuartas partes de la condena, que hubieran tenido un buen comportamiento, que exista la disposición "a entrar en un camino de reinserción social y laboral" y que "se haya dado cuenta de esa equivocación que en algún momento tuvo".

Por su parte, García Vicente ha resaltado la "función social" que cumplen las cofradías y ha juzgado que la sociedad aragonesa "da segundas oportunidades" pero que "debería dar más".

Sobre este asunto ha incidido en que España "es uno de los países en los que, teniendo un índice de delincuencia más bajo, sin embargo, hay más gente en la cárcel".

Así, el Justicia ha añadido que antes de encarcelar a una persona se deberían estudiar "las razones por las que alguien delinque", un hecho que a su juicio "supone un cambio de mentalidad".

Al respecto, ha argumentado que, "por ejemplo, en los malos tratos, hay muchas veces que se debe a que beben, a que se drogan o que es un psicópata" y que "antes de meter en la cárcel a alguien" es preferible "buscar una alternativa" para que esa persona "deje de beber y esté controlada".

Además, ha incidido en que "una persona en la cárcel vale 1.900 euros al mes", cifra que, según ha apuntado, se podría destinar a programas de rehabilitación.

García Vicente también ha aludido a los estudios realizados por su institución que inciden en que la mitad de los reclusos "tienen una enfermedad mental o no tratada o no detectada", proporción que se da también las 180 personas "que duermen en la calle en Zaragoza".

"La gente es pobre no solo porque es pobre, sino porque le pasa algo más y esa pobreza muchas veces va unida al aislamiento que produce una enfermedad mental", ha subrayado García Vicente.

El Hermano Mayor ha recordado que su cofradía interrumpió durante un lapso de tiempo la tradición del indulto y que en el año 1.994 volvió a realizarse.

"Estamos dispuestos a intentar dar una segunda oportunidad a todas las personas que cumplan esos requisitos. Creo que todos tenemos derecho a una segunda oportunidad", ha concluido Etayo.