Qué son los museos está más o menos claro; lo que pueden llegar a ser en un mundo que viaja tan rápido es lo que no lo está. Los museos aragoneses se han engalanado hoy, Día Internacional de los Museos, para que luzcan sus propuestas y sigan atrayendo a una ciudadanía en permanente y veloz cambio.

El Día de los Museos de 2018, como los mismos días de todos los años anteriores, es una fiesta, aunque también discusión. La gente acude en mayor medida mientras artistas y responsables públicos debaten sobre cómo retener el contacto y el ocio ciudadano.

El director general de Cultura del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín, ha asegurado en el IAACC Pablo Serrano de Zaragoza que la de hoy es una jornada idónea para que la gente vaya a los museos, principalmente porque los accesos son gratuitos, lo que quizá sea reclamo para quienes no son asiduos a exposiciones, muestras o performances.

Pero, además, ha puesto palabras para el que es el gran debate de los museos cuando llega un 18 de mayo. Escuín ha apostado por unos centros "más abiertos, accesibles y comprometidos con la sociedad".

Hacia ese fin caminan posiblemente todos los grandes museos del mundo. También el Pablo Serrano. ¿Cómo? He ahí la cuestión.

El museo de arte contemporáneo con sede en Zaragoza inauguró hace apenas tres días una exposición sobre el tenor Miguel Fleta, historia y mito de Aragón, y hoy ha inaugurado la muestra "Hiperconectados".

La forman los artistas de OPN Studio, y Natalia Escudero y Miguél Ángel Gil Andaluz. El título ilumina bien la sociedad actual y traza el viaje al futuro de los museos

Ya que el objetivo es abrir el museo y conectarlo mejor con los ciudadanos, según ha señalado Escuín, qué mejor que una muestra que ofrece "tres reflexiones sobre el concepto de "'hiperconexión'".

En un mundo de redes sociales y comunicaciones constantes, la soledad es paradójicamente el gran peligro de nuestros días. Dos audiovisuales con extractos cinematográficos inciden en sentimientos como la desvinculación y el aislamiento para "lanzar la idea de que la hiperconexión lo es hasta cierto punto", ha concretado la artista de OPN Studio, Susana Ballesteros.

"Se plasman dos naturalezas diferentes: en una el individuo se expresa dentro de la urbe en absoluta soledad, con mucha melancolía y aislamiento, y en la otra el plano es más natural, con elementos como el desierto, carreteras aisladas...", ha explicado la autora a Efe.

'Veintiséis letras, espacio, punto y coma' es el proyecto propuesto por Natalia Escudero, inspirado en 'La Biblioteca de Babel', cuento del escritor Jorge Luis Borges.

La autora convierte las cabinas del museo en las galerías de la biblioteca que imaginó el escritor argentino, ofreciendo 999 piezas sobre las que los visitantes pueden intervenir con una de las 26 letras del alfabeto latino, el espacio, el punto o la coma.

"Al final descubriremos un mensaje, pero que queda incompleto siempre; es infinito porque la última pieza, la número 1.000, es de cristal", ha desvelado Escudero.

La exposición concluye con un muro de ladrillo y un cartel que reza: "cerrado por falta de recursos y creatividad". El contraste con el espacio abierto resume la propuesta de Miguel Ángel Gil Andaluz.

En el Pablo Serrano, por tanto, se ofrece al público sensaciones de hoy, actualidad rabiosa, pero en la reflexión por atraer a la gente, debe caber, también, el pasado.

La contemporaneidad de "Hiperconectados" se convierte en tradición en "Vida y Moda. Aragón del siglo XVIII al XX'", la exposición que ha comenzado hoy en el Museo de Zaragoza.

Sayas, mantos, calzones, camisas, fajas, abarcas y zuecos se dan cita junto a los trajes de respeto y las casacas gemelas de la alta sociedad en esta muestra que pretende "mezclar el concepto de moda con la indumentaria tradicional".

Una forma de vestir tan dispar en Aragón que se articulaba en dos variables: el poder adquisitivo y el entorno geográfico.

"En los siglos del XVIII al XX las personas vestían según el lugar en el que vivían. No se vestiría igual un habitante del Pirineo con un clima extremo que uno del Valle del Ebro. Ni en una gran ciudad como Zaragoza, abierta a las modas europeas, ni en el Maestrazgo turolense, donde utilizarían los materiales que tuvieran más a mano", ha relatado la comisaria Marián Rebolledo en la presentación.

La exhibición, que se podrá visitar hasta el 23 de agosto, pretende demostrar, ha concluido la comisaria, que "la indumentaria, aunque tenga un nombre solemne, no deja de ser moda".

Y sirve, además, en palabras del director general de Cultura aragonés, como "pistoletazo de salida" para la primera 'Aragón Fashion Week', que comienza en diez días para potenciar el diseño local.

Así que en los museos caben el presente y el pasado (en el Museo de Teruel sigue la exposición sobre la batalla de Teruel, en la que se ilustra la devastación de la guerra, en concreto la Guerra Civil española); la pintura y la moda; la pedagogía, la historia y el impacto emocional.

Pero también el disfrute individual y el compromiso colectivo (ayer se inauguró en el Museo de Huesca la exposición conjunta de once artistas junto a miembros de los talleres ocupacionales de Cadis).

En definitiva, una variada oferta, un sinfín de propuestas y un sólo camino: el del ciudadano.