La autopsia hecha a Naiara, la niña de 8 años muerta en Sabiñánigo (Huesca) el pasado mes de julio tras sufrir una paliza a manos de su tío político, revela la brutalidad de las heridas que sufrió a lo largo de un periodo de entre 24 y 48 horas antes de fallecer.

El documento de los forenses destaca la especial gravedad del traumatismo craneoencefálico sufrido por la menor, con afectación a la estructura de la masa cerebral, los grandes hematomas existentes en la cara de la joven Naiara y las tumefacciones en sus labios.

Una muerte «de naturaleza violenta», concluyen los forenses, con la presencia de lesiones compatibles con una sujeción mecánica forzada de muñecas y tobillos, con heridas en varias fases de evolución a lo largo de una secuencia de 24 a 48 horas y un grave traumatismo craneal desencadenante del fallecimiento.

El tío político, Iván P. P., en su comparecencia ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Jaca, admitió haber «castigado» a la niña durante más de 24 horas por no «saberse las lecciones», obligándole a estar de rodillas de forma continua, golpeándole con fuerza en las distintas partes del cuerpo e, incluso, aplicándole descargas eléctricas con una raqueta manipulada, indicó en su relato.