La necropsia realizada al urogallo localizado el pasado 5 de mayo en la Plana de Senarta de Benasque (Huesca) ha determinado que el ave murió por una hemorragia interna causada probablemente por un golpe intencionado que le pudo propinar una persona.

En un principio, el Gobierno de Aragón adelantó, a la espera de los resultados de esta necropsia, que la causa de su muerte podría estar en el enorme estrés sufrido durante los días previos a su localización, generado por el comportamiento de los turistas.

Sin embargo, el jefe del servicio de Biodiversidad del Gobierno de Aragón, Manuel Alcántara, ha confirmado los resultados de la necropsia que hoy publica Heraldo de Aragón.

Alcántara ha explicado a Efe que el animal presentaba una hemorragia interna causada por un fuerte golpe en la parte izquierda de su cuerpo, tenía las costillas de esa parte rotas y afectados el pulmón y parte de la cabeza.

Por lo tanto, la muerte no fue causa directamente del estrés, pero sí que influyó el atosigamiento al que podría estar siendo sometido, que le podría haber hecho acercarse a algún desaprensivo que le golpeó.

Esta especie, que es "frágil" según Alcántara, tiene un comportamiento generalmente esquivo, pero en la época de celo algunos ejemplares se dejan ver con facilidad en zonas atípicas frecuentadas por personas.

De hecho, agentes para la Protección de la Naturaleza fueron informados de que el pasado 26 de abril este ejemplar de urogallo en celo se aproximaba a personas en la zona de la Plana de Senarta.

El animal fue trasladado a una zona alejada, aunque el día 5 de mayo apareció en el mismo lugar y de nuevo se pretendió alejarlo, pero el urogallo falleció antes de poder ser liberado.

Ahora se ha comprobado que sufrió un golpe letal, y que su muerte pudo verse acelerada por el incremento de la frecuencia cardiaca a consecuencia del estrés, pero hubiera fallecido igualmente.

El director del servicio de Biodiversidad ha recordado que este tipo de acciones contra animales incluidos en los catálogos de especies amenazadas conllevan importantes sanciones administrativas e incluso penas de cárcel, aunque ha reconocido que será materialmente imposible localizar a quien propinó el golpe a este urogallo.

En la actualidad, en el Pirineo aragonés quedan unos cien ejemplares (menos de 50 machos reproductores) lo que motivó en 2015 la aprobación de un Plan de Conservación del Hábitat del Urogallo, cuyas medidas se encuentran actualmente en fase de revisión pero que sí incluyen acciones encaminadas a la información y sensibilización.

Alcántara ha insistido en la necesidad de dejar tranquilas a las aves y evitar causarles molestias.