Investigadores de la Universidad de Zaragoza han logrado demostrar como las funciones cognitivas de los pacientes que sufren depresión pueden mejorarse a través de una tecnología pionera en el mundo, la neurotecnología, que a su vez redunda en una disminución de los síntomas.

El equipo que inició esta investigación hace ocho años está formado por científicos del campus, el Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS) y de BitBrain, empresa spin-off de la institución académica especializada en Neurotecnología y Neurociencia. La revista científica Frontiers in Behavioral Neuroscience acaba de publicar los resultados de esta investigación, en la que han colaborado además siete instituciones internacionales

Esta tecnología, basada en interfaces cerebro-computador que entrenan al cerebro para combatir el deterioro cognitivo, optimiza entre un 10% y un 30% la memoria, la atención sostenida y la velocidad de procesamiento. La neurotecnología está formada por un novedoso sistema de medición de la actividad cerebral y un software por el que se promueven en los pacientes mecanismos sobre los patrones cerebrales relacionados con funciones cognitivas. Los cambios sobre estos patrones cerebrales tienen asociados una mejora cognitiva, que influye directamente en patologías como la depresión.

El psiquiatra Javier García Campayo indicó que «el deterioro cognitivo que se genera por la depresión, a su vez, genera más depresión», por lo que con este tipo de intervenciones «se consigue invertir el sentido de este círculo, ya que mejora y entrena al cerebro para combatir esa situación, evitando en gran medida la reincidencia», señaló.

300 millones de afectados / Actualmente, más de 300 millones de personas padecen depresión en el mundo, el equivalente al 4,4 % de la población mundial, mientras que en España la tasa alcanza el 5,2% según la Organización Mundial de la Salud (OMS), que predice que esta enfermedad se convertirá en la segunda causa de incapacidad en el mundo occidental en las próxima décadas.

La técnica probada por investigadores aragoneses ya se está aplicando a través de centros autorizados en toda España donde el personal médico trabaja para mejorar la vida de los pacientes. Los profesionales que lo están aplicando y del que se han beneficiado 450 usuarios consideran que esta tecnología está teniendo un gran impacto positivo en la mejora de sus pacientes.