El puente festivo de Semana Santa ha atraído a la provincia de Huesca a miles de turistas, especialmente a los valles del Pirineo debido a la presencia de abundante nieve en las pistas de esquí.

Según han informado a Efe fuentes de la Asociación de Empresarios de Hostelería de Huesca, el balance de estas jornadas vacacionales refleja una ocupación de entre el 80 y el 90 por ciento en el valle de Tena, donde se localiza la estación de esquí de Formigal-Panticosa.

Esta estación invernal, que rozó el 75 por ciento de ocupación, ofreció a los aficionados un total de 160 kilómetros esquiables con nieve en las mejores condiciones debido a las últimas nevadas registradas.

En el valle de Aragón la ocupación se ha situado en un 80 por ciento en la ciudad de Jaca, y en un 65 por ciento en el resto de poblaciones de la comarca.

Las nevadas también han favorecido una presencia masiva de aficionados a las estaciones de esquí del valle de Aragón, Candanchú y Astún, que planifican ya su cierre para los dos próximos fines de semana tras los buenos resultados obtenidos.

El valle de Benasque, en la comarca de la Ribagorza, también ha tenido una buena ocupación hotelera durante el puente festivo en sus zonas más turísticas, en especial las pistas de Cerler, donde la nieve recién caída ha permitido poner a disposición de los aficionados 75 kilómetros de pistas.

El alojamiento turístico en la comarca del Sobrarbe, especialmente en establecimientos rurales, ha logrado completar un buen puente festivo, han informado a Efe fuentes empresariales de la zona.

El turismo religioso ha atraído a más de diez mil personas al Santuario de Torreciudad, pero también ha disparado la ocupación hotelera en la población de Barbastro y en la ciudad de Huesca.