Un ciudadano nigeriano se enfrentó ayer a 13 años de cárcel por la supuesta comisión de un delito de agresión sexual en la persona de una menor de edad de su misma nacionalidad en el año 2011. Junto a él debería haberse sentado en el banquillo de los acusados una mujer, Charity A., pero esta acusada, para quien el fiscal solicita 31 años de prisión, se halla en rebeldía.

Según el relato de los hechos del fiscal, Charity facilitó al hombre, Austin I., el contacto con la menor, llamada Princess. Pero el acusado manifestó en la vista oral, que fue suspendida hasta el 16 de abril por la ausencia de la denunciante, que no mantuvo ninguna relación sexual con la presunta víctima, con la que se limitó a beber y bailar cuando la conoció. "Me dijo que tenía 19 años y, cuando me desperté, me di cuenta de que se había llevado mi móvil y 250 euros", aseguró Austin I.

La defensa, ejercida por las letradas Beatriz Perulán y Nadia Brahim, solicita la absolución, mantiene que todo se hizo de mutuo acuerdo y alega que Princess era mayor de edad cuando ocurrieron los hechos.