Las maniobras de desembalse en los pantanos del Gállego empiezan a dar resultados. El agua del río baja más limpia, pero aun así persiste la prohibición de consumirla en seis localidades situadas entre el embalse de La Peña y la desembocadura en el Ebro.

Esta es la principal conclusión de los análisis que la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) efectuó el pasado domingo, que constatan un descenso de los niveles de residuos de lindano en dos puntos: el aliviadero de La Peña y el azud de la acequia de Camarera. En el primer lugar, la última medición arroja 0,48 microgramos cúbicos por segundo, frente a los 0,89 del viernes anterior. En el segundo punto, se ha pasado de 0,2 microgramos cúbicos por segundo a 0,13, muy cerca ya del nivel 0,1, que indica que el agua vuelve a ser potable.

"Son dos muestras obtenidas en el tramo bajo del Gállego que demuestran que está dando resultado el desembalse en los pantanos situados aguas arriba", señalaron ayer fuentes de la CHE. "De esta forma ya se va a poder incrementar la suelta de agua en La Peña, que va a pasar de dos metros cúbicos por segundo a cinco", añadió.

Este embalse es uno de los puntos neurálgicos del lindano, dado que la semana pasada otro muestreo reveló que los residuos presentaban concentraciones ocho veces superiores a la máxima permitida. Con todo, la CHE no baja la guardia y seguirá alimentando con ocho metros cúbicos por segundo el canal de Carcavilla, que circunvala el embalse y vierte su caudal aguas abajo de la presa.

La Confederación Hidrográfica del Ebro está movilizando todos sus recursos para conseguir limpiar el agua del Gállego. Para ello lleva a cabo sueltas de caudales en los embalses que salpican el cauce del río entre el Pirineo y la desembocadura en el Ebro.

Fuentes de la DGA indicaron que si estas medidas se revelan útiles y sigue aumentando el grado de pureza del agua se levantará la prohibición de beber. Pero antes será preciso realizar nuevas mediciones para conocer la composición del agua, tanto en tramos del río como en los grifos de los usuarios y las diferentes tomas.

Por otro lado, el presidente de CHA, José Luis Soro, recordó ayer la "irresponsabilidad" que supone que el Gobierno de Aragón siga enfocando la contaminación del lindano en el río Gállego hacia lo medioambiental, porque también es una "cuestión de salud pública" en la que Europa debe intervenir de manera directa, según informó Efe.

Soro visitó ayer Villanueva de Gállego con el eurodiputado Jordi Sebastià, de la coalición Primavera Europea, de la que CHA forma parte. Este último indicó que ha registrado una iniciativa dirigida a la Comisión Europea en la que pide información sobre el asunto.

En ella se solicitan además fondos europeos para garantizar el abastecimiento. El eurodiputado manifestó que considera que la situación es "una emergencia en materia de salud", por lo que Europa debería destinar parte de los fondos que tiene previstos para estas causas.

"Europa debe investigar qué ha pasado y cómo se ha llegado a esta situación para garantizar que no vuelva a producirse y para depurar responsabilidades si es necesario", subrayó Jordi Sebastià.