Roque Vicente, responsable del 112 y jefe del operativo que lucha contra el fuego declarado en la zona, estuvo ayer todo el día en el puesto de mando avanzado situado cerca del col de la Espina, a 1.407 metros de altitud, entre los valles de Castanesa y el de Benasque. Desde ese lugar, el máximo responsable del dispositivo antiincendio observó la evolución de las labores de extinción, con tres helicópteros que se turnaban lanzando agua sobre las llamas en las montañas que separan Aragón del valle de Arán.

Vicente se congratuló de los progresos que había deparado la jornada, aunque lamentó las condiciones adversas que habían impedido mejores noticias. "Ha habido avances, hemos empezado con un frente que ha alcanzado los 10 kilómetros y que ahora está reducido a siete", afirmó. Con todo, no quiso mostrarse optimista. Era por la tarde, empezaba a faltar la luz y la operación estaba a punto de suspenderse hasta el día siguiente. "No hemos tenido suerte con las condiciones atmosféricas", aseguró Vicente, que recalcó que "ha hecho mucho viento y eso ha impedido que se hayan empleado a fondo los medios aéreos, hasta el punto de que un helicóptero Kamov y un hidroavión han tenido que darse media vuelta y volver a sus bases porque las ráfagas no les permitían actuar", añadió.

Sin embargo, a primera hora de la tarde el viento amainó y entraron en acción tres helicópteros que lucharon sin descanso con las llamas en cuatro focos diferentes, ayudados por 300 hombres en tierra. Los helicópteros utilizaron agua que cogían de los lugares más insospechados, como la piscina del camping de Laspaúles y el embalse de Canelles.

MENOS VIENTO "Las predicciones del tiempo dicen que mañana hará menos viento, de forma que podremos luchar de forma más eficiente contra el fuego", afirmó Vicente, que subrayó que la evacuación de las aldeas había sido una medida de carácter preventivo, "para garantizar la seguridad de las personas". "Pienso que no será necesario desalojar más pueblos", afirmó.

Vicente no quiso pronunciarse sobre la causa del incendio. "Se abrirá una investigación", señaló, aunque indicó que se estudiaba la posibilidad de que se hubiera producido un arco fotovoltaico en una línea de media o de alta tensión. Sin embargo, precisó que esa interpretación no deja de ser una conjetura, como la que atribuye el incendio a una chispa eléctrica propagada por el viento, tal y como había manifestado pocas horas antes la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, que visitó la zona devastada por las llamas.

Asimismo, también se acercó al lugar de la catástrofe natural el expresidente del Gobierno de Aragón y, en la actualidad, portavoz del grupo socialista en el Senado, Marcelino Iglesias, natural de Bonansa, que dista solo 12 kilómetros del valle de Castanesa. "Es un desastre total", manifestó Iglesias.