Ángel Millán tiró de forma intencionada con su vehículo a un ciclista que circulaba por la Vía Ibérica de la capital aragonesa. Se enfrentaba a tres años y medio de cárcel, el pago de una multa de 4.320 euros, la retirada definitiva del permiso de conducir y el decomiso del vehículo, pero todo ello quedó ayer en una mera declaración de intenciones por parte de la Fiscalía.

El ministerio público y el abogado de la defensa, José Cabrejas, llegaron a un acuerdo que rebajó la condena a una pena privativa de libertad de tan solo un año. Al no tener antecedentes penales el acusado, la titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Zaragoza decidió suspender la pena.

Los hechos que fueron enjuiciados ayer se remontan al 24 de febrero del 2017. El procesado hizo caer al ciclista, que sufrió varias contusiones en la cara como consecuencia del golpe, después de que la víctima le hubiera increpado al conductor por un adelantamiento que hizo «actuando con manifiesto desprecio por las más elementales normas de circulación, con una temeridad patente que ponía en peligro la vida e integridad de la víctima»,

Como pudieron certificar los agentes de la Policía Local con las cámaras de tráfico, Ángel Millán frenó de forma brusca e intencionadamente su vehículo, sin incidencia alguna del tráfico que lo justificara, haciendo que el ciclista cayera al suelo. Las imágenes resaltaban que el herido no tuvo tiempo ni espacio para esquivar el turismo, lo que hizo que se estampara contra la parte trasera del vehículo. Tras ello, el ciclista logró incorporarse sin ayuda. El joven hacía uso del casco de seguridad, lo que con toda probabilidad aminoró las consecuencias del impacto.