P edro Valdivia Cánovas era la felicidad en persona. Así lo describen su madre, su hermana y su tía con las que vivía en la casa familiar situada en una urbanización de Zaragoza. Han pasado siete meses desde su fallecimiento, pero las fotos de este joven de 26 años siguen manteniendo vivo su recuerdo. Quieren hacer justicia, coinciden Paloma y María del Mar --hermana y tía de la víctima--, ya que "el autor del envenenamiento sigue disfrutando de la calle".

Con una de sus últimas fotos en la mano, su tía habla como si fuese ayer aquel 12 de diciembre de 2013 cuando la Policía fue hasta su casa para comunicarles que Pedro había muerto. "Nos dijeron que había sido una muerte natural, tal y como decía la autopsia, pero vimos algo raro desde el primer momento", asevera María del Mar que es médico de profesión, mientras su sobrina, que es estudiante de Enfermería, le da la razón con la cabeza.

"Pedro sufrió un edema agudo de pulmón y eso no es habitual en una persona sana, por lo que buscamos un origen", recalca María del Mar Cánovas. Unas sospechas que se unieron, afirma, a que los amigos con los que salió de fiesta el joven "se contradecían entre ellos y creímos que algo había pasado". Ante ello, reunieron dinero y de la mano de su abogado, Carlos Fuertes Iglesias, contrataron al especialista forense José Cabrera para que hiciera su propio informe. Un análisis que dio respuesta a lo que pensaban: fue envenenado con metadona. Una causa después confirmada en el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA).

Rápidamente lo pusieron en manos del Juzgado de Instrucción número 8 de Zaragoza que pidió a la Brigada de Homicidios que investigara este extraño caso, que adelantó ayer EL PERIÓDICO.

"A los policías les contamos cuáles eran las sospechas que teníamos, pero ellos nos decían que les diéramos algo a lo que poderse agarrarse y ahí lo tienen", asevera la hermana del finado.

Sobre las hipótesis que barajan los investigadores prefieren mostrarse cautelosas para dejar hacer. Esperan que digan "quién fue, ya que no me van a poder devolver a mi hermano".

Los familiares también buscan que una muerte así no se repita. "Las madres son pesadas con eso de tener cuidado no echen algo en la bebida, pero este es un ejemplo de que puede ser verdad", señala Paloma, mientras resalta que los informes destacan que "Pedro nunca consumió drogas".