Un día después de que el presidente de la DGA, Javier Lambán, defendiera el impuesto de Sucesiones como «una magnífica herramienta de recaudación progresiva», los zaragozanos volvieron a salir a la calle para exigir la supresión de este tributo que consideran «injusto». Una concentración, organizada por Stop Sucesiones en Aragón, que movilizó a más de un millar de ciudadanos, a pesar de que el sábado hubo otra protesta, también multitudinaria, en el mismo sentido.

Los allí presentes mostraron su desconfianza ante el último anuncio de Lambán, quien afirmó que iba a realizar una reforma en el 2019 que no detalló. Para el representante de la plataforma organizadora de esta concentración, Santiago Azón, las palabras del jefe del Ejecutivo aragonés son «una tomadura de pelo». «Es un golpe a la inteligencia de los aragoneses», apuntó mientras señaló: «Ya no nos creemos ninguna palabra, queremos hechos. Y los hechos son que se suprima y se bonifique ya».

Azón aseguró que no hay que esperar al año que viene que, al ser periodo electoral, «se hacen muchas promesas que luego no se cumplen. Los aragoneses estamos hartos, queremos hechos inmediatos». Azón exigió en primer lugar la bonificación al 99,99% de este impuesto y «que se paralicen todos los expedientes que hay en la actualidad y que se devuelvan todas las cantidades que se han cobrado a los aragoneses». «Es injusto pagar por lo que ya pagaron los padres», recalcó.