Los vecinos de Parque Goya aprovecharon ayer la celebración del carnaval para volver a exigir soluciones a sus problemas. Desde la falta de equipamientos hasta la situación de hacinamiento en el centro educativo Agustina de Aragón. Una festividad que tuvo tanto de protesta como de celebración.

Desde hace cuatro años, la Asociación de Vecinos Parque Goya II celebra el juicio del pelele. Se trata de una tradición carnavalesca basada en las del Pirineo aragonés, especialmente en la de Torla. El procedimiento es sencillo: un muñeco físico representa a la Administración, y es juzgado en público. El colectivo vecinal se persona como acusación particular, y demanda al juez la condena del pelele por la falta de servicios que adolece el barrio.

Este año las principales quejas se centran en los equipamientos socio-culturales. "Es una gran demanda del barrio. No tenemos centro cívico, ni biblioteca, ni centro de tiempo libre", explicó el presidente de la agrupación, Chesus Barrena. "Y luego el tema escolar, que es el más grave de todos nuestros problemas y lo que más cercano está".

Antes del juicio se pasea al pelele por las calles del barrio. Entre tanto, los niños juegan y lo zarandean. En esta ocasión, los más pequeños se disfrazaron de sardinas. "Ellos intervendrán como testigos en el juicio, y como sardinas en lata por la situación que tienen en el colegio", señaló.

La representación es puro simbolismo. El pelele tiene incluso un abogado. Al final, el juez decide qué hacer. "Nosotros lo solemos dejar en libertad condicional", bromeó el presidente. Un juicio público que fue dirigido tanto a responsables municipales como de la DGA. "Esperamos que el pelele haga este año, como mínimo, de lo que le acusamos", indicó el portavoz vecinal. Ayer, el muñeco fue declarado culpable. El año que viene, los vecinos esperan poder indultarle.