El Ayuntamiento de Zaragoza sigue asistiendo como espectador de lujo a lo que sucede en las cocheras de Avanza, que por segundo día consecutivo vio cómo «a las 9.30 horas» había «nueve conductores esperando a tener autobús para salir a la calle a prestar el servicio». Así al menos lo aseguraron ayer desde el comité de empresa, achacando lo sucedido a la misma causa del día anterior, cuando fueron 22 los vehículos que se quedaron sin salir: las averías. Mientras para la empresa «no hubo nada anormal» en una jornada en la que al menos admitió que hay averías pero que afectan «mínimamente al servicio» porque no son cifras alarmantes. «No ha pasado nada extraordinario», aseguraron.

El responsable de Servicios Públicos y Personal, Alberto Cubero, afirmó que la jornada se estaba desarrollando «con normalidad» pero que el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) está a la espera de los informes que ya ha solicitado Movilidad a la empresa Avanza. Para «valorarlo y ver qué medidas hay que tomar». «Si son motivo de sanción, se les sancionará», aseveró el edil, a la vez que admitió que «oficialmente no nos ha dado la versión» de lo sucedido.

Para el comité, lo que está sucediendo es que «hay un pacto cerrado entre ZeC y Avanza», que le permite a la empresa tener «personal insuficiente» en los talleres para atender un nivel de averías que «ronda las 60 o 70 de media al día» y que «a veces supera las 120». En verano se achacaba al calor, «¿y en invierno?», se preguntó ayer el protavoz del sindicato CUT, Javier Anadón.

Desde Avanza, mientras, insistieron en que «el hecho de que haya conductores sin salir no significa que se queden autobuses en cocheras» y que lo sucedido estos días «no es extraordinario».