Rey Ardid llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Calaceite para que la residencia de la localidad se gestionase con un modelo en el que las trabajadoras --nueve mujeres-- fuesen socias del proyecto, junto al consistorio y a la fundación. Esto permite dar viabilidad a la iniciativa, que ahora oferta 23 plazas residenciales y 15 de centro de día. La sociedad laboral que se ha creado da empleo de "calidad" a nueve mujeres de la localidad, contribuyendo de esta forma a fijar población en la capital cultural de la Comarca del Matarraña. De esta forma, se ha podido continuar con el proyecto, que peligraba por su escasa rentabilidad económica, debido al reducido número de plazas.