Un nuevo tratamiento contra el mejillón cebra desarrollado y probado con éxito en Estados Unidos podría aplicarse por primera vez en Europa en la cuenca del Ebro, la más extensa de España, donde una veintena de embalses están afectados por una de las especies invasoras más dañina del mundo.

Se trata de una "cepa artificial", compuesta por una bacilo pseudomona, que genera una toxina específica para acabar con la expansión de este molusco bivalvo y que podría aplicarse en aguas abiertas, explicó la jefa de calidad de aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Concha Durán.

"Esto sería la solución" a una especie invasora que provoca grandes pérdidas económicas y que no sólo está presente en ríos y embalses de las nueve comunidades autónomas de la cuenca del Ebro, sino también en la del Guadalquivir y Júcar, además de en las cuencas del norte y en las internas de Cataluña y País Vasco, dijo. La CHE ha alertado del riesgo de entrada del mejillón cebra en el norte de Castellón, a través del río Bergantes en Teruel, por lo que es un problema ambiental y económico que afecta a gran parte del país, aseguró.

A día de hoy, "solo se libran las cuencas que dan al Atlántico", precisó. Para frenar el avance de esta especie exótica, originaria del Mar Caspio, la CHE está en "contacto permanente" con un grupo de científicos de la Universidad de Irlanda que lidera la introducción en Europa de este nuevo método probado en Estados Unidos. El objetivo es que se realice la primera prueba europea en la cuenca del Ebro a lo largo de este año, una vez que la Agencia Europea de Medio Ambiente y el Gobierno de España hayan aprobado y autorizado el tratamiento. "Está todavía por ver, pero estamos ilusionados y esperanzados en que sea en el 2015", señaló Durán. La financiación de este ensayo correría a cargo del grupo de investigación de Irlanda, a cambio de que la CHE ponga a disposición el soporte técnico necesario.