Ayer comenzó la ronda de negociaciones por áreas de gestión entre los grupos municipales de izquierda en el Ayuntamiento de Zaragoza para intentar pulir las diferencias que les separan de cara a un hipotético acuerdo para el presupuesto del 2017. El primer paso era en Derechos Sociales, donde el principal escollo acabó siendo el mismo que hace un año estuvo a punto de dinamitar el pacto: la intención del Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) de ampliar el número de convenios con entidades y las cuantías de otros que ya existen.

En el borrador actual hay un total de 150.000 euros repartidos en cuatro convenios nuevos: Centro de Solidaridad Zaragoza (45.000), Unicef (20.000), Centro Alba para la prevención del VIH (60.000) y Fundación Secretariado Gitano. Además, a la Federación de Barrios (FABZ) se le incrementa la ayuda en un 50% (pasaría de 30.000 euros a 45.000), Cáritas pasaría de disponer de 49.000 a 70.000, y Fundación El Tranvía, de 170.000 a 215.000. PSOE y CHA piden explicaciones ante la reedición de un problema que ya les enfrentó en el 2015.

Se trata de un denominador común de socialistas y nacionalistas tras su primer encuentro, por separado, con la responsable del área, Luisa Broto, que ayer destacó que están trabajando en un proyecto de presupuestos «muy potente y difícilmente rebatible y con una gran coincidencia programática con PSOE y CHA».

Desde el PSOE manifestaron que su partido «es contrario a la presencia de nuevos convenios y al incremento unilateral a las entidades», además de requerir una «apuesta decidida por el empleo y la vivienda para todos». Aunque el «clima en favor del acuerdo» les hace ser optimistas. Y en CHA señalaron que Derechos Sociales debería ser «el área menos problemáticas» para el acuerdo.