El número de residentes extranjeros en España disminuyó el año pasado. Primero, porque el país ha dejado de ser un paraíso para residir como consecuencia de la crisis. Y segundo, porque se ha incrementado el número de "adquisiciones de nacionalidad" española aunque, en el caso de Zaragoza se ha estabilizado el número de peticiones. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la primera mitad del 2014 se aprobaron 132.990. En la capital aragonesa--únicos datos facilitados--, el año pasado se firmaron 3.880 nacionalidades: 840 más que en el 2013. Fue precisamente en este periodo cuando se produjo un gran incremento respecto al 2012. De las 1.497 solicitudes de hace tres años, se pasó a 3.005 en el 2013.

Los colectivos denuncian las dificultades que se encuentran los inmigrantes residentes para iniciar los trámites. La primera es la más esencial: lograr una cita en el Registro Civil. Conseguirlo es cuestión de suerte. "Solo se puede solicitar por internet y una vez cada 15 días. El sistema informático se colapsa porque hay más solicitudes que citas", explicó el letrado y secretario de la Asociación Nacional de Abogados Extranjeristas, Alfredo Herranz.

El siguiente paso es pedir la documentación al país de origen y que llegue a tiempo. "Muchas veces la reciben más tarde que el día de la cita o, si la piden con anterioridad, se caduca su validez", explicó Herranz. Pasado este trámite llega la prueba de fuego: el temido examen de españolidad.

PREGUNTAS

Los inmigrantes tienen que pasar un test de 25 preguntas con cuestiones referentes a España y a la comunidad autónoma donde solicitan la nacionalidad. Según Herranz, gran parte de las denegaciones se deben, precisamente, a que los solicitantes no aprueban este examen.

Según la Asociación Nacional de Abogados Extranjeristas, el test debería sustituirse por "un sistema que evalúe la integración sin que genere desigualdad dependiendo de la mayor o menor capacidad intelectual de cada uno".