El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, anunció ayer que las obras del nuevo hospital de Teruel comenzarán en la primavera del 2019, ya que prevé «muchísimos más recursos» al tener que adjudicarlas en nueve lotes de acuerdo con la nueva Ley estatal de Contratos del Sector Público.

En una comparecencia en el pleno de las Cortes a petición del grupo popular, el consejero dio cuenta de los plazos previstos en torno a esta infraestructura sanitaria por la que ha recalcado que ha «peleado» desde el primer momento.

Así, recordó que en el 2011 estaba el proyecto licitado y listo para adjudicar y que el anterior Gobierno PP-PAR no puso «ni un solo ladrillo», además de que el proyecto que dejaron después de que se detectara un supuesto riesgo sísmico en los terrenos donde se iba a ubicar el hospital «no servía para nada» y hubo que hacer uno nuevo.

Este nuevo proyecto fue terminado a finales del 2016 y ahora, por tanto, solo queda impulsarlo, ha declarado. En este sentido, Celaya informó de que el pasado miércoles la Dirección General de Presupuestos autorizó iniciar el proceso de contratación, por lo que el Salud redactará el expediente administrativo para la Intervención General en el mes de abril para que en mayo sea aprobado en el Consejo de Gobierno.

A continuación, la presentación de ofertas tendría lugar en el verano, la verificación de las mismas en los meses posteriores y la adjudicación en noviembre, ante la que prevén recursos por los nueve lotes que demorarían la adjudicación definitiva hasta comienzos del 2019.

Reconoció que le gustaría que los plazos fueran otros, pero «son los que son» y «hay que cumplir la ley».

Si se financia a través del Fondo de Inversiones para Teruel (Fite) es algo que decidirán los gobiernos español y aragonés, aunque no sería la primera obra de estas características que se incluye, y reiteró que habrá espacio para instalar la radioterapia y que no se ha eliminado «ni una sola cama» del anterior proyecto.

Por otro lado, el consejero acusó al PP de tratar de enfrentar a Teruel y Alcañiz en torno a sus nuevos hospitales e insistió en que este último es «prioritario» por la situación en la que se encuentra.

Desde el PP, la diputada Carmen Susín denunció que, con un plazo de ejecución de 46 meses, «como poco», las obras no acabarán hasta el 2022 y eso «si son capaces de licitarlas».

A ello sumó que, pese a que «nos están achicharrando a impuestos», aún no han puesto «ni un solo ladrillo» de ambos centros hospitalarios. Asimismo, calificó la intervención de Celaya de «simulación» para hacer creer que el Gobierno ha cumplido su compromiso, algo que el presidente autonómico, a quien se ha referido como Lambán «el veleidoso», calificaría de «insulto a la inteligencia».

Por su parte, la portavoz socialista de Sanidad, Olvido Moratinos, acusó al PP de hacer «ruido» y «demagogia» con dos infraestructuras por las que no hicieron «nada» en la anterior legislatura.

Itxaso Cabrera (Podemos) reclamó «fechas exactas» para que se deje de «engañar» a bajoaragoneses y turolenses.