Los trabajos de la nueva unidad de salud mental del hospital Miguel Servet de Zaragoza, que empezarán en agosto y durarán ocho meses, obligarán a la reubicación de cinco servicios del centro en otros espacios durante el periodo que duren las obras. Así, la actividad asistencial se seguirá ofreciendo, pero esta irá cambiará de ubicación en función de los plazos de demolición y reforma. Está previsto que la afección llegue a unas 1.000 camas, pero en ningún caso se suspenderán o dejarán de ejercer servicios.

Las unidades que tendrán que ser realojadas temporalmente son Urología, Arritmias, Reanimación, Hemodiálisis y el hospital de semana (este último se cierra en verano por baja ocupación, pero los enfermos siguen recibiendo tratamiento). Todas ellas están ubicadas en las plantas 2 y 4 del Servet, que serán vaciadas durante la reforma. «Por fin, después de dos años, empiezan los movimientos», señaló ayer satisfechos el gerente del Sector Zaragoza II y director del hospital, José Manuel Aldámiz-Echevarría.

La ampliación del servicio de salud mental, que permitirá disponer de 30 camas, se instalará en la tercera planta. Por lo tanto, la primera condición de este proyecto, valorado en 2,5 millones de euros, es liberar en la medida de lo posible la planta inferior (2ª) y la superior (4ª). Esta fase, «que es la más molesta», dijo el gerente, se realiza en agosto y septiembre. Mientras tanto, la actual área de Psiquiatría (con 19 camas) seguirá en la sexta planta hasta la finalización de la reforma.

Hospital Militar / Para poder vaciar esas tres plantas, que se hará de forma progresiva, se contará con la colaboración del hospital de la Defensa, conocido popularmente como Militar y que, para el área de salud mental, ya dispone de 12 camas dada la falta de espacio en el Servet. «Una vez que termine la reforma no sé si se mantendrá el servicio en el Militar. Es algo que, a día de hoy, no puedo contestar», dijo el gerente Aldámiz-Echevarría.

Ahora, la reubicación de servicio permitirá que también Medicina Interna disponga, en la segunda quincena julio, de 34 camas en el Militar para pacientes del Servet. Estas se sumarán a las 20 camas ya abiertas en enero para geriatría. La situación no supondrá el traslado de enfermos hospitalizados en el Servet, sino que éstos ingresarán directamente allí y serán atendidos por personal del Servet que se trasladará al Militar.

Como consecuencia, la disponibilidad de espacios en el Militar permitirá liberar la segunda planta del Servet en la zona A, que funcionará como colchón durante los trabajos y allí se ubicará el servicio de Urología, uno de los afectados. «Los trabajos se hacen en verano porque es el periodo donde baja la presión asistencial y se reduce el número de camas de hospitalización, lo que facilita los movimientos internos», explicó el gerente. «Verano no es la mejor época para operar, porque hace mucho calor, se suda y eso supone que la cicatrización en el paciente es peor. No es casualidad que la actividad se detenga ahora, todo tiene un sentido», añadió el director. En este sentido, apuntó que en el caso de Urología la reducción de la atención es de un 50%.

Por su parte, la actual unidad de Arritmias se trasladará provisionalmente en el edificio multifuncional, mientras qu elos pacientes de Reanimación serán acogidos en la Unidad de Cirugía Sin Ingreso (planta baja Edificio Multifuncional), que también reduce su actividad quirúrgica en verano y puede habilitar espacios.

El servicio de Hemodiálisis volverá a su ubicación anterior (planta baj), aunque después del verano dispondrá de una nueva ubicación en el Edificio Multifuncional. «El Servet está entre los 10 mejores hospitales de España, pero tiene zonas que no se corresponde a un centro de esa categoría y por eso estas reformas son necesarias», dijo.