Los conductores zaragozanos amanecieron ayer con una nueva obra que complicará la circulación por el centro durante, como mínimo, los próximos 15 días. La sociedad Los Tranvías de Zaragoza comenzó los trabajos de renovación del pavimento en la calzada de la plaza Paraíso, sobre las que discurren las vías, y lo hizo solo un día después de que un socavón en el paseo Sagasta obligara a cortar la circulación en dirección a la propia glorieta. Desde este tramo ya no se podía llegar hasta ella y desde el resto de arterias principales del entorno, desde primera hora de la mañana, se podía hacer con muchísimas dificultades. Al menos, la reparación en Sagasta se prevé tenerla terminada mañana viernes.

Fuentes oficiales de Los Tranvías explicaron que la actuación corresponde a obras «ordinarias» de mantenimiento, previstas en los cruces del trazado pero iniciadas en Paraíso. «Será necesario el corte parcial de alguno de los carriles de tráfico de vehículos, y se ha determinado realizarlos en el mes de agosto con el fin de causar el menor impacto posible a los ciudadanos», explicaron. Y el servicio del tranvía «no se ve afectado por las obras», añadieron.

SIN PREAVISO

Los trabajos en sí consisten en «reparar o sustituir las placas de aglomerado asfáltico que se ven deterioradas debido al paso constante de vehículos», una labor cuyo coste corre a cargo de la sociedad, no del ayuntamiento. «Estas labores se realizarán próximamente en otros puntos, que se determinarán con antelación a tenor de cómo evolucione el estado de la plataforma tranviaria», señalaron.

Sin embargo, sus afecciones se sumaban a las del socavón de Sagasta y, por otro lado, que al ayuntamiento no se le ocurriera darlas a conocer con antelación a los ciudadanos para evitar lo que efectivamente sucedió: atascos en todo el entorno que confluía en este embudo circulatorio.

Debido a las obras, se estrecharon los accesos a Paraíso desde los paseos de Sagasta, Constitución y Pamplona, que acabó siendo el vial más afectado. Un solo carril quedaba habilitado para entrar a la rotonda y en la mayoría del giro para circular por ella, salvo los que conectan con el paseo Independencia, donde había dos carriles disponibles.

Además, se prohibió el paso de vehículos particulares en el giro que permitía rodear la plaza y acceder a Gran Vía desde Independencia, Sagasta y Constitución, obligando a los que desconocían esta restricción a dar un gran rodeo por la Puerta del Carmen, calle Canfranc y salir de nuevo a paseo Pamplona desde la calle Bilbao. Era la única forma.

MOTIVOS DEL SOCAVÓN

Pero desembocaban nuevamente en el eje Pamplona-María Agustín, donde se registró la mayor afección a la circulación, con tráfico denso durante buena parte del día. No obstante, Independencia, Gran Vía y Constitución también sufrieron aglomeraciones puntuales y se circulaba con lentitud. Por eso, para minimizar el impacto de las obras, el consistorio ayer aconsejaba utilizar el transporte público y evitar circular por esa zona.

Respecto a los trabajos en Sagasta, también en marcha, el ayuntamiento explicó que las obras provocarán que se mantenga el paseo cortado al tráfico «si no hay contratiempos» hasta hoy o mañana. En este caso, fue la Policía Local la que detectó una grieta con mal aspecto en la calzada y «procedió a su señalizacion y a estrechar uno de los carriles». Y fueron los técnicos de Urbanismo quienes abrieron la zona y cerraron el tramo para, al final, concluir que el origen de esta incidencia está en «una antigua mala compactación de la tierra». Se saneó «hasta dos metros bajo el terreno», añadieron, sin que se haya detectado «ningún reventón, ni fugas de agua, ni daños en edificios cercanos».