Ocho personas han sido detenidas y más de cincuenta armas han sido intervenidas, la mayoría ilegales, en una operación llevada a cabo por la Guardia Civil contra la caza furtiva en Sabiñánigo, Huesca y Madrid, en las que se han registrado varios domicilios e incautado decenas de miles de euros.

Acusados de tráfico y tenencia ilícita de armas, a los detenidos se les ha intervenido 35 armas largas, 17 cortas y una escopeta de cañones recortados, la mayoría ilegales al no poseer ningún tipo de documentación, han informado hoy fuentes de la Guardia Civil.

También se han localizado tres armas prohibidas (un bastón estoque y pistolas láser), abundante munición metálica, más de 2.000 cartuchos, ocho silenciadores y 112.740 euros en metálico.

Todas estas intervenciones han sido fruto de la Operación Jacarás, que se puso en marcha el pasado mes de abril, tras la interceptación en un control rutinario del conductor de un vehículo, en cuyo interior llevaba una escopeta de cañones recortados.

El arma, según ha informado hoy el instituto armado, se había adquirido en Sabiñánigo, en un establecimiento público de la localidad dedicado a la hostelería.

Las indagaciones posteriores permitieron detener a tres hombres, vecinos de Sabiñánigo, Huesca y Madrid, que mantenían contacto para hacer modificaciones (adaptación silenciador) de armas largas para caza mayor.

En la ciudad de Huesca, donde se registraron nueve viviendas y locales, se localizó el taller donde se fabricaban presuntamente los silenciadores y en Sabiñanigo se detuvo en junio a otros dos varones y una mujer.

A estos últimos se les intervinieron catorce rifles y escopetas, dos de ellos ilegales al carecer de documentación y los otros con los cañones modificados, tres silenciadores, abundante munición metálica, excediendo la cantidad permitida, así como 90.000 euros en metálico.

Además, se descubrieron en neveras trofeos de caza mayor congelados, con signos de haber sido abatidos recientemente ya que no habían llegado al nivel de congelación necesario para dejar de gotear fluidos, así como numerosos trofeos de caza mayor en las paredes.

Una de las últimas detenciones se llevó a cabo en Huesca, donde se intervino a un hombre 23 armas largas y cortas, entre carabinas, fusiles, revólveres y pistolas, cuatro silenciadores, tres armas prohibidas y maquinaria para su fabricación, localizando 14.000 euros en metálico.

En el mes de agosto, se produjeron las últimas actuaciones de la operación en Madrid y en la localidad El Alamo (Madrid) donde se intervino a dos varones 17 armas largas entre fusiles y escopetas, armas de otras categorías (arcos y arpones), las cuales carecían de la correspondiente autorización.

También se intervino múltiple munición metálica que excedía lo permitido y una avutarda congelada, con signos de haber sido abatida recientemente.

Algunos de los detenidos, según la Guardia Civil, cazaban con silenciador, en horario nocturno y sin contar con ningún tipo de autorización, jabalí, sarrio y corzo, además de especies protegidas como avutardas, puma y animales como ñus africanos, careciendo algunas de ellas de la correspondiente guía CITES (convenio sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre).

La operación, que aún no ha sido cerrada y no se descarta que haya más detenciones, ha sido llevado a cabo por el Equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil de Jaca, colaborando con unidades de Huesca y Madrid.