Las rachas de viento de hasta 80 kilómetros por hora que ayer se dieron en la capital aragonesa provocaron la caída de árboles, tejas y hasta provocaron que la estructura de un edificio okupado se desestabilizara. Los bomberos consideraron que era necesario desalojar el inmueble, situado en la calle La Luz con Mario Lasala. Accedieron todos los vecinos, salvo una pareja okupa que se negó inicialmente a abandonar su vivienda. Agentes de la Policía Local y bomberos intentaron convencer durante horas a estas dos personas que, finalmente, accedieron tras solicitar que los animales con los que viven fueran asumidos por una protectora, según fuentes del servicio antiincendios.

En total, los Bomberos de Zaragoza realizaron 20 salidas provocadas por el fuerte cierzo. Aunque no se produjeron daños personales, pudo haberlos. Fue el caso de la caída de un árbol en la calle Manifestación, situado junto a un banco en el que momentos antes estuvieron sentados unos ancianos, según fuentes policiales. No solo afectó a los árboles, sino también a elementos arquitectónicos como recubrimientos de fachadas. En un edificio situado en la calle Una noche en la ópera, en el barrio de Valdespartera, se desprendieron unas chapas, lo que obligó a los bomberos a asegurar todo el espacio que estaba en obras.

Según los bomberos, el viento favoreció la propagación de hasta tres incendios forestales declarados en la capital aragonesa. El caso más llamativo, según este cuerpo, fue el ocurrido en las afueras de Sobradiel, pasado Casetas cuando el fuego comenzó en un contenedor y se extendió por los campos cercanos. Para hoy, la Aemet mantiene activado el riesgo amarillo por viento.