Con una visita no prevista a la biblioteca de Alejandría, los Reyes dieron su adiós a Egipto. Las últimas palabras de Juan Carlos pronunciadas en el encuentro empresarial bilateral constituyeron el punto de partida de lo que va a ser una destacada presencia española en la etapa de privatizaciones que se abre en la intervenida economía egipcia. Como subrayó el Monarca, hay que tener en cuenta que Hosni Mubarak va a acometer "importantes reformas estructurales".

En una república cuyo ritmo de crecimiento es del 7% anual, pero que sufre unos altos índices de paro y una pobreza extrema, además de ausencia de libertades, el paso hacia una cierta liberalización deberá permitir la mejora de algunos sectores estratégicos y, en consecuencia, de la vida de los ciudadanos. La asignatura pendiente del cambio político no será aprobada a corto plazo.

Los proyectos españoles más avanzados se centran en la energía eólica (Gamesa), la seguridad en el tráfico ferroviario (Eliop) y fluvial (Abengoa). También la ampliación de la planta de gas licuado que en Damietta, cerca del canal de Suez, tiene Unión Fenosa. Como indicó el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, las empresas españolas quieren aprovechar esta coyuntura, al saber que el entorno jurídico es estable y de fácil aplicación. El ministro Joan Clos sostuvo que España es "socio natural" de Egipto.

La última jornada de la visita de Estado de Juan Carlos y Sofía incluyó un encuentro con la cultura y las tradiciones. La Reina recorrió el barrio copto de El Cairo, donde hay buenas condiciones de habitabilidad. Allí visitó la iglesia de San Sergio, que guarda una cueva en donde la tradición dice que se refugiaron Jesús, María y José en su huida hacia Egipto.