El colectivo de taxistas de Zaragoza está en alerta ante una oleada de robos en el interior de sus vehículos. Las sustracciones se han producido siempre en los garajes privados en los que estacionan sus coches. La zona de actuación de esta banda se circunscribe a los barrios del Arrabal, Actur y La Almozara.

Desde hace unas tres semanas, más de una veintena de turismos de estas características se han visto afectados por esta nueva actividad delictiva que responde al mismo modus operandi: acceden al interior de los aparcamientos, seleccionan un taxi y emplean un extintor de la comunidad de vecinos para romper las ventanillas de los turismos. Tras ello, abren la guantera e intentan apropiarse de los enseres personales de los conductores.

BOTÍN

Aunque inicialmente pueda parecer que el botín del que han conseguido apoderarse hasta el momento sume una gran cantidad, la realidad ha sido muy diferente. Los daños en los turismos han sido más elevados que los efectos que han podido llevarse. Ello responde a que los taxistas no dejan dinero en el interior de sus vehículos cuando aparcan sus coches y se van a casa, ni tampoco las tablets y datáfonos que suelen emplear en su quehacer diario. No obstante, algún taxista se ha quedado sin efectos como, por ejemplo, las gafas de sol.

Todo hace pensar, según fuentes consultadas, que los autores de estos robos con fuerza realizan labores de vigilancia para seleccionar a los taxis. Gracias al seguimiento que realizan en bicicletas consiguen determinar dónde estaciona los vehículos este colectivo. Entonces, al igual que realizan otros ladrones como los especializados en trasteros, aprovechan la entrada de algún vecino, haciéndose pasar por uno de ellos o un despiste mientras la puerta permanece abierta, y acceden al interior. A partir de ahí tienen vía libre para hacer lo que quieran. Más aún porque actúan de noche, que es cuando los aparcamientos están menos frecuentados por los usuarios.

MEDIO DE VIDA

El colectivo de taxistas reconoce estar preocupado por lo que están sufriendo y, especialmente, porque atacan a su medio de vida. Una de las consecuencias es que no pueden trabajar durante el tiempo que los turismos permanecen en los talleres.

De hecho, destacan que los conductores que tienen un Toyota Prius han llegado a estar varios días sin poder trabajar debido a que se había agotado en la ciudad el modelo de ventanilla correspondiente con este vehículo. Ante todo ello, algunos taxistas han decidido dejar una de las ventanillas abiertas para facilitar a los delincuentes que roben lo que quieran, si bien poco encuentran puesto que ya se encargan sus propietarios de que no haya nada.

El Cuerpo Nacional de Policía investiga estos robos, al igual que los que se están produciendo en garajes de los barrios del sur de la capital aragonesa. En estos casos, los ladrones sustraen los catalizadores de los turismos. Los investigadores piden colaboración ciudadana de cara a recabar datos, pero también a mejorar las labores de prevención para evitar que personas ajenas a las comunidades accedan a los aparcamientos privados.

Los vecinos, por su parte, solicitan al ayuntamiento zaragozano que se redoblen las patrullas policiales.