El cosmonauta ruso de origen letón Oleg Artemiev habló ayer en CaixaForum, en Zaragoza, sobre El hombre en el espacio exterior. El acto, apoyado por el Centro Ruso de Ciencia y Cultura en Madrid, se inscribe en la conmemoración del 50 aniversario del primer paseo espacial del astronauta Alexéi Leonov. El propio Artemiev, de 44 años, ha permanecido en el espacio un total de 169 días y ha acumulado 12 horas de paseos fuera de la nave.

--Su especialidad son los paseos espaciales.

--Son una de mis especialidades. En realidad, el conjunto de mis capacidades me convierte en lo que se llama un cosmonauta explorador o experimentador, pues compruebo el comportamiento de materiales y mecanismos en el cosmos.

--¿Cuál ha sido su paseo espacial más largo?

--Duró siete horas y 20 minutos. Fue en una ocasión en la que tuve que montar antenas en el exterior de la nave espacial, así como realizar experimentos con biomaterial. Además, hubo que retirar los mecanismos que ya no servían y también lanzar un satélite realizado conjuntamente por Perú y Rusia.

--¿En qué misión participa en la actualidad?

--Acabo de superar un control médico que me ha declarado apto para volar. Pero hay cola para salir al espacio. Cada año vuelan cuatro tripulaciones de tres personas, en total doce al año, de las que seis son rusas. Y yo estoy al final de la cola. De forma que durante los próximos años estaré esperando mi turno y me prepararé en función de la misión que se me encomiende.

--¿Cómo se preparará?

--Tengo que estudiar ingeniería y biología. También debo prepararme como médico de primeros auxilios y tiene mucha importancia la preparación psicológica, lo que se llama psicología de pequeños grupos, para la convivencia en el espacio. Por otro lado, hay que entrenarse como paracaidista, pues cuando te lanzan sientes un miedo tremendo y, al mismo tiempo, has de seguir realizando varias tareas y solucionando problemas. Asimismo nos enseñan a sobrevivir en tierra, pues no sabemos dónde vamos a caer, que puede ser un lugar remoto. Debemos ser capaces de resistir todos los climas, desde el de los polos hasta el del desierto.

--Físicamente han de ser muy fuertes.

--Entrenar a un astronauta es muy costoso y nuestra tarea es mantenernos en forma el mayor tiempo posible. Ahora, de hecho, no hay límite de edad para volar. El astronauta americano Glenn voló con 77 años. Claro que, si quieres ser astronauta, necesitas superar las pruebas a los 30 o 35 años, pues a partir de de los 50 tienes poca carrera por delante.

--¿Puede ser astronauta alguien sin tantos conocimientos y con una forma física normal?

--Los turistas espaciales han de entrenarse durante nueve meses para lograr su propósito y convertirse en autosuficientes. Y, además, pagar alrededor de 50 millones de dólares para realizar su proyecto.