La nueva organización de los laboratorios clínicos del Salud tendrá una "repercusión laboral" que todavía no está definida, afirmó ayer el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, en las Cortes.

Hasta ahora, el consejero había rechazado cualquier posible pérdida de personal por la unificación en un solo macrolaboratorio destinado a análisis no urgentes, pero ayer señaló que la tecnología lleva a replantearse "si tiene sentido la misma estructura" de laboratorios vigente" y resaltó que los cambios "no perjudican al paciente, que es lo importante".

Oliván añadió que "no hay ningún estudio sobre las repercusiones" laborales que tendrá la reorganización, pero "seguramente la va a haber" y apuntó que "es conveniente ir de la mano de la colaboración privada" para contar en cada momento con la tecnología punta, "lo cual no significa privatizar", continuó el consejero, quien garantizó que el control de ese "formato" será siempre desde el sector público "sea cual sea el modelo que se establezca". Oliván prometió que se abaratará el coste de los reactivos que se utilizan y mejorará el tiempo de respuesta.