El consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, afirmó ayer en Huesca que las medidas aplicadas en dos años y medio han supuesto un ahorro "próximo a los 180 millones" y advirtió de que "la mayor parte" de ellas, "por no decir todas" no han afectado al paciente "con sinceridad y objetividad".

Oliván reiteró su posición respecto a la posibilidad de aplicar medidas de ahorro en la gestión sanitaria y subrayó que, aunque el nuevo gerente del Salud, que tomará posesión el viernes próximo, será el que deba poner sobre la mesa propuestas para la gestión de los recursos, "existe la posibilidad de conseguir mayor eficiencia en cuanto a las compras, la logística, el almacenamiento o la distribución", aunque situó a los profesionales sanitarios en la "primera línea" de responsabilidad en cuanto a los recursos, ya que, a su juicio, "en las consultas y en los quirófanos es donde comienza la gestión".

LISTAS DE ESPERA El titular aragonés de Sanidad aseguró, además, que ninguna de las medidas a adoptar sobrepasarán la "línea roja" de la calidad en cuanto a la atención del paciente, pero tampoco ayer reveló las cifras de las listas de espera ni la fecha en que se harán públicas. Manifestó la voluntad de intensificar el ritmo de las intervenciones quirúrgicas, que en el 2013, según detalló, fueron 5.000 más que en el año anterior, con un incremento del 25%.

El consejero aseguró desconocer casos de falta de atención sanitaria a inmigrantes e instó a las organizaciones denunciantes a dar "nombres" de los afectados, profesionales y de los centros implicados, en respuesta a una denuncia de Médicos de Mundo, sobre 63 supuestos casos de mujeres embarazadas y de menores inmigrantes a los que se les habría negado la atención médica.