El escenario es el siguiente: en la calle, la Plataforma de Salud Mental en contra del traslado de las unidades. En el interior del centro de día del hospital Miguel Servet, el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, dando a entender que no se reunirá con ellos porque "nosotros --por el Gobierno-- dialogamos con gente que quiere escuchar" tras anunciar que la agrupación de las unidades se realizará antes del verano. Igual que la ampliación de la Unidad de Agudos de la Casa Grande.

Así de tajante fue el responsable de Sanidad que aseguró que "el diálogo es complicado cuando antes de hacerlo se manifiestan y hacen comentarios como los que hacen", es decir, en contra de la unificación del sector II en Valdespartera. Oliván lamentó que hasta la fecha no ha escuchado "ninguna noticia en positivo" por parte de los pacientes y los familiares y añadió que "no estaría de más que alguna vez fueran objetivos con sus manifestaciones".

El consejero recordó que "todas las decisiones tomadas parten de una reflexión" y que los propios psiquiatras fueron los que pidieron que se estudiara la unificación.

UN PASO ADELANTE

La jefa de psiquiatría del sector II de Zaragoza, María Jesús Pérez Echeverría, explicó que la resolución se fundamenta en tres pilares:la ampliación de la Unidad de Agudos del Servet, la unificación del sector y la ruptura con la "dispersión" que hay en la comunidad en este área. Este modelo supone "un paso importante para el enfermo" al ser las unidades más completas y multidisciplinares, además de contar con un equipo multiprofesional.

Para Pérez, reunir el mayor número de facultativos en un mismo centro y completarlo, además, con una trabajadora social es "una ventaja" que garantiza que la asistencia médica será de mayor calidad.

Al compás de sus palabras estaba el que será el encargado de coordinar desde el lunes el nuevo centro de día para enfermos mentales graves, principalmente con problemas de psicosis, Alfonso Pérez Poza.

Su apertura, que llega con retraso, ha originado siete contratos directos y contará con psiquiatras, psicólgos, enfermeras, especialistas en salud mental, una trabajadora social, terapeutas ocupacionales, técnicos y un auxiliar clínico. Albergará de forma progresiva a 15 pacientes graves, principalmente, enfermos de psicosis, esquizofrenia y trastornos de la personalidad muy graves. Y servirá de puente para aquellos que no necesitan hospitalización o, en cambio, para los que han sido dado de altas de la Unidad de Agudos. El coordinador valoró positivamente la posibilidad de "poder estar un mes en un centro como este para trabajar la adherencia al tratamiento, la comprensión de esta enfermedad o el manejo del estigma social".

El lunes ya estará operativo y antes del verano, se espera que se incorporen las once camas a la Unidad de Agudos, lo que harán un total de 30. Así "estaremos en una ratio adaptada", señaló Pérez, que añadió que "va a hacer justicia a la cantidad de camas que nos corresponde tener por sector" porque, admitió, "contar con un número de plazas tan precario supone problemas", tanto que, dijo, algunos están esperando en Urgencias hasta ser hospitalizados.