El consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, aseguró ayer en las Cortes no solo que todos los pacientes prescritos y aprobados reciben tratamiento contra la hepatitis C, sino que a lo largo del 2013 se suministraron medicamentos contra la enfermedad que ni siquiera estaban aún a la venta. Los enfermos acusaron al titular del ramo de mentir y subrayaron que sigue habiendo gente esperando.

En una intervención muy técnica, y con algunos enfermos escuchando en la tribuna del público del Parlamento, Oliván insistió en que "hay que respetar la opinión de los médicos", y que todas las decisiones que se toman para poner en marcha un tratamiento contra la hepatitis C responden a criterios sanitarios, y en ningún caso políticos.

Defendió la labor del llamado grupo asesor, que es el que da el visto bueno a cualquier tratamiento. Precisó que ayer mismo se habían presentado 11 casos, y que en la mayoría de los que se analizan se avala el criterio de los médicos y se da luz verde. La oposición fue muy crítica con la gestión del PP. PSOE, CHA e IU culparon a los populares de primar los intereses económicos a las necesidades de los enfermos.

CONTINÚA EL ENCIERRO

Mientras Oliván daba explicaciones en el pleno acerca del suministro del tratamiento de la hepatitis C en Aragón, los cerca de 40 pacientes que el pasado martes se encerraron en el hall del hospital Clínico anunciaron que mantenían su encierro. "Estamos decepcionados con las palabras del consejero, porque no es verdad que se le haya dado el fármaco a todos los enfermos. Al contrario, tenemos compañeros que están esperando desde el pasado 2 de enero y no han tenido noticias", señaló José Luis Fuertes, portavoz de la plataforma de afectados de la hepatitis C en Aragón, quien añadió que hay pacientes "incluso" que han presentado un escrito en el registro de la Diputación General de Aragón y "no ha recibido respuesta", dijo.

La protesta en el Clínico, que ha transcurrido "sin incidencias" durante estas 48 horas, finalizará, en principio, esta mañana. "Nuestra situación médico hace que no podamos aguantar más. Estamos muy cansados y, después de debatir en asamblea las palabras de Oliván y lo anunciado por el Ministro de Sanidad, daremos por concluido el encierro", explicó Fuertes.

La plataforma de afectaddos asegura que en Aragón hay cerca de 800 personas diagnosticadas con cirrosis F4 --la más grave-- y a los que "habría que tratar inmediatamente", consideró Fuertes.