Los ceses de la directora gerente del Salud, María Ángeles Alcutén, y del director del Hospital Miguel Servet y gerente de los Sectores I y II del Salud, José Huelin, se deben al nuevo impulso que el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, quiere dar a su departamento y en ningún caso a que se les considere culpables del incumplimiento del objetivo del déficit.

Así lo ha asegurado hoy en reiteradas ocasiones ante los medios de comunicación el consejero, antes de comparecer en la Comisión de Sanidad de las Cortes de Aragón.

"No lo hacían mal", ha apuntado Oliván, pero ahora el consejero estima que es necesario "agilizar la toma de decisiones" y darle un impulso a la gestión, y para ello se ha propuesto la entrada de personas "con otro perfil", aunque todavía no ha querido revelar quién sustituirá a Alcutén y a Huelin porque los nombramientos "tienen que seguir unos procedimientos".

Ninguno de los dos, ha remarcado, son culpables del incumplimiento del objetivo del déficit en 2013, puesto que cumplir o no este objetivo es "un tema de todo el Gobierno, que es quien cumple e incumple".

De hecho, ha recordado que en 2013 se han gastado en su departamento sesenta millones de euros menos que en 2012.

Oliván cree, sin embargo, que hay "margen de mejora" en la Sanidad y que se puede "ahorrar más" sin tocar "un ápice" la atención al paciente, mejorando la gestión, y precisamente para que se encarguen de las cosas "que quedan por hacer" ha tomado la decisión de cesar a estas dos personas.

Altos cargos que, ha recalcado, "han cumplido su labor y han dado un impulso a la gestión del Salud", pero que serán sustituidos por otras personas que darán "un impulso extra" en la próxima etapa.

Ha pedido respeto para Alcutén y Huelin, que ocupaban cargos que "queman mucho", porque supone "gestionar la sanidad desde el primer puesto de batalla", pero en todo caso ha asegurado que lo que hay que priorizar son los proyectos y que las personas son "piezas", y hay que tener "las adecuadas en cada momento".