Comienza en el barrio Oliver de Zaragoza el proceso participativo que definirá el futuro plan integral del distrito (PIBO), que fije las prioridades y necesidades a afrontar hasta el 2022 y represente «un punto de inflexión» en lo que han sido los últimos años para un objetivo que se inició en 1998. Pero para eso es importante que «no se utilice como arma arrojadiza entre los partidos».

Así lo manifestó el presidente de la asociación de vecinos de Oliver, Manuel Clavero, para quien «lo importante no es en cuánto se cuantifique sino cuánto se presupuesta y ejecuta después». Para este año, según el ayuntamiento, «casi 900.000 euros entre programas sociales, de lucha contra la pobreza infantil, adecuación de solares o, a través de un plurianual hasta el 2020, la reforma de la calle Antonio Leyva (con 100.000 euros para este año).

El alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, acudió ayer al barrio a presentar el proceso participativo, en el salón del actos del centro cívico, y trasladarles el compromiso «tanto del Gobierno como del resto del pleno» por un PIBO «necesario» en el que «aún queda mucho trabajo por hacer» en un barrio que, por motivos «tanto geográficos como sociológicos y económicos, permaneció durante años al margen de Zaragoza y su desarrollo».

Aunque ayer mismo le llegaban las primeras críticas, del PP, porque en dos años Zaragoza en Común «solo ha cambiado el logo» del PIBO.