Ya hay adjudicatario para realizar la macrooperación asfalto con la que el Ayuntamiento de Zaragoza quiere intervenir y renovar 123 calles de la ciudad. Se hizo oficial ayer al aprobarse en la reunión del Gobierno municipal que se encargue la ejecución a la unión temporal de empresas formada por Grupo MLN y Urbanizaciones y Medio Ambiente por un importe de 2,5 millones de euros que rebaja en un 40% el presupuesto de licitación inicial. Un contrato por el que el consistorio se asegura que se hará en solo ocho meses este lavado de cara de muchos de los viales más deteriorados por las estrecheces económicas de los últimos ejercicios.

Se ejecutarán los trabajos "entre diciembre y julio del 2015", según informó ayer el vicealcalde, Fernando Gimeno. Un plazo al que hay que sumar la ganancia económica que se obtiene con la oferta ganadora: casi 1,7 millones de euros de reducción sobre los 4,17 iniciales. Una rebaja con la que algún distrito podría soñar con atender a más calles en el futuro, incluso durante el mismo año. Pero esta posibilidad está descartada, confirmó el propio Gimeno, quien señaló que la única consecuencia que tendrá esta reducción del coste será que el consistorio "dispondrá de más recursos para hacer otras cosas".

ENMIENDAS

Se refería, en buena medida, a las enmiendas al presupuesto presentadas por CHA e IU que se votan hoy. Y es que con la adjudicación anunciada para esta operación asfalto se liberan estos fondos para satisfacer algunas de sus reivindicaciones. "No sé por qué me temo que ahí irán muchas de las enmiendas", admitió el vicealcalde.

Al margen de la discusión por los presupuestos, lo positivo de esta adjudicación es el beneficio que obtendrán los usuarios y vecinos en general de todos los distritos en los que se va a actuar, algunos de los cuales han ayudado a confeccionar el listado de calles definitivo y, también, "gracias a las consideraciones de los técnicos" municipales que han servido para incluir algunas de las que estos no reclamaron y que están igualmente afectadas por el paso del tiempo sin apenas inversión en su conservación. "Permitirá a la ciudad estar mucho más adecentada tras años de dificultades", dijo.

Concretamente casi un lustro, con ejercicios en los que la llamada operación asfalto repetía una y otra vez los escasos 215.000 euros con los que se pretendía atender el deterioro de todo un año --al margen de parcheos o incidencias puntuales que se realizan con cargo a otras partidas de Infraestructuras--, de manera que esta inversión multiplica por once lo destinado hace solo un año y, además, consigue llegar a todos los distritos y barrios rurales de Zaragoza.

Se convierte así en la mayor operación que se realiza en los últimos años en la capital aragonesa. Ahora falta confirmar el orden en el que se realizan estos trabajos.