La Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil se trasladó ayer a primera hora de la mañana a Zaragoza para llevar a cabo una operación contra el narcotráfico y el blanqueo de capitales cuya magnitud es todavía difícil de determinar puesto que continúa abierta. Por el momento, los agentes han llevado a cabo al menos 7 detenciones y han practicado varios registros en viviendas. La investigación está bajo secreto sumarial y afecta a otras ciudades de la geografía española.

Una de las principales actuaciones llevadas a cabo en este operativo se efectuó en una vivienda del número 9 de la calle del Turco de la ciudad. A las 8.00 horas, miembros de la UCO apoyados por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil de Zaragoza echaron abajo con un ariete la puerta del dúplex en el que residían cuatro personas.

Los agentes realizaron un registro en el que encontraron dinero en efectivo, así como sustancia estupefaciente que, a falta de practicarse los análisis en el laboratorio para determinar su pureza, hace pensar a la Guardia Civil que se trata de cocaína. De cada una de las habitaciones de los arrestados se llevaron enseres que van a analizar, entre los que destaca una bolsa escondida en el altillo. Sobre ella los detenidos guardaron silencio.

La inspección se alargó durante más de cinco horas, provocando especial asombro entre los vecinos del inmueble situado en el popular barrio zaragozano de La Magdalena. Muchos de los que iban a realizar las tareas habituales del día se sorprendían por el dispositivo policial desplegado y en el que también intervino el helicóptero perteneciente al instituto armado. Que no se trataba de una detención normal era algo evidente, ya que, tal y como destacaron los residentes de la zona, «no es normal ver a la Guardia Civil en la calle y mucho menos que vayan con pasamontañas». Muchos pensaron que podía ser una operación antiyihadista.

Una cuestión que no se plantearon los residentes del edificio porque lo único que se trataba con relativa certeza de «una familia» o así lo creían. Eso sí, el trato con ellos no iba más allá del «hola y adiós». Todos coincidieron en el «tremendo susto» que sufrieron cuando «se despertaron de un bote tras escuchar un importante estruendo».

La operación también incluyó la calle Félix Rodríguez de la Fuente. Los arrestados fueron trasladados al cuartel de la Guardia Civil de Casetas a la espera de pasar a disposición judicial como supuestos autores de un delito de tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales derivado del negocio de los estupefacientes. La Guardia Civil no descarta que se produzcan más arrestos. Una desarticulación que ha tenido lugar una semana después de que la Policía Nacional diera por concluida otra en la capital aragonesa y en la que se detuvieron a 20 personas. Distribuían cocaína que denominaban como Putin por su calidad en Zaragoza.