Los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Zaragoza no han escatimado a la hora de valorar los tres años de Pedro Santisteve al frente de la alcaldía. Hablan de una legislatura perdida y en blanco, y no tienen expectativas de que el año que le queda por delante vaya a ser mucho mejor ya que la decisión de expulsarles de las sociedades municipales el pasado 9 de febrero (9-F) marcó un antes y un después en el devenir de la política municipal.

Para el PP, «la mejor noticia de estos tres años es que solo queda uno con el alcalde Santisteve». Para su portavoz, Jorge Azcón, el Gobierno de Santisteve ha sido «el peor de la historia». A su juicio, además de «su incapacidad para dialogar», la seña de identidad del alcalde es su «arrogancia y el enfrentamiento, tanto con los grupos de la oposición como con jueces, fiscales, periodistas u otras instituciones».

El PSOE lo tiene claro. Sin olvidarse de falta de diálogo y el talante «antidemocrático» del regidor, el problema de ZeC ha sido que «no ha tenido un proyecto de ciudad», lo que ha provocado su parálisis. «El balance es negativo porque ha frustrado todas las expectativas que había con el cambio», aseguró su portavoz, Carlos Pérez Anadón, que consideró que estos años están marcados por su «autoritarismo».

Para Ciudadanos (Cs), el cambio prometido por Zaragoza en Común (ZeC) ha sido un «fracaso». Según la portavoz de la formación naranja, Sara Fernández, al alcalde «se le ha caído la careta y ha dejado ver su cara intransigente, antidemocrática y dictatorial», sobre todo, tras su decisión del 9-F. «Son incapaces de asumir que gobiernan en minoría y han dedicado estos tres años a diseñar y ejecutar unas políticas sesgadas y partidistas», matizó. Para CHA, ZeC «ha cambiado tanto que ya no les conoce ni la madre que los parió». Así de claro se mostró su portavoz, Carmelo Asensio, que acusó al primer edil de haberse convertido en «las antípodas de lo que prometían en transparencia y transformación social».