La polémica del Yak-42 no volverá al Congreso, por lo menos de momento. Aunque el grueso de la oposición había solicitado un pleno extraordinario para que Mariano Rajoy rindiera cuentas, las familias de las víctimas han pedido a los grupos que paralicen esas peticiones hasta que el Ministerio de Defensa haga pública la resolución sobre el caso. La ministra del ramo, María Dolores de Cospedal, se comprometió, el pasado lunes en comisión parlamentaria, a realizar una investigación que intente arrojar luz en aspectos todavía sin resolver y a hacer público un informe final.

Hace tres semanas, cuando se dieron a conocer las conclusiones del Consejo de Estado que señalan a Defensa como responsable del siniestro, la oposición enarboló la bandera de la defensa de los familiares y la asunción de culpas. PSOE, Unidos Podemos y ERC pidieron la dimisión del exministro y embajador en el Reino Unido Federico Trillo, y un pleno extraordinario en el que Rajoy expusiese su criterio. Tras conversar con las víctimas, retiraron esa petición, que debería haberse aprobado este jueves en la reunión de la Diputación Permanente. Las formaciones políticas aceptan la petición de los afectados, que quieren huir de la polémica estéril y de un posible uso partidista de la tragedia.

Aun así, el Congreso homenajeará a los 62 militares que viajaban en el Yak-42, fallecidos en el 2003 en Turquía tras volver de una misión de paz en Afganistán. Será un acto institucional para dotar de solemnidad a la asunción del Estado de su responsabilidad patrimonial. La decisión se toma después de la solicitud de las familias, que tras escuchar a Cospedal pedir perdón el lunes, pidieron un homenaje público a las víctimas y que fuese el propio presidente del Gobierno quien pidiese, también, perdón.

Apartadas las intervenciones por el caso del Yak, la Diputación Permanente debatirá este jueves sobre la comparecencia de cinco ministros, cuatro de ellos requeridos por el PSOE.